Diario de Burgos

Agricultores indignados tras 12 años sin toma de agua

L. NÚÑEZ
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Desde la Junta Agropecuaria Local y la Asociación de Vecinos de Sinovas critican que el Ayuntamiento de Aranda cedió un terreno y desde entonces no se han dado más pasos, que beneficiarían a unos 200 labradores

El presidente de la Junta Agropecuaria Local de Aranda, Joaquín Rojo, carga su depósito en una toma junto a su nave. - Foto: L.N.

Cunde el malestar entre los agricultores y viticultores de Aranda de Duero y el barrio de Sinovas. La Junta Agropecuaria Local lleva reclamando al Ayuntamiento de la capital ribereña la instalación de un hidrante para llenar de agua los depósitos de sus tractores desde hace al menos 12 años, pero no hay manera. 

Pasa el tiempo y los cerca de 200 labradores de la capital ribereña se ven obligados a cargar sus cisternas de la red de abastecimiento de agua, ya sea en sus naves o bien desde alguna boca de riego instalada en sus casas. Algo que les dificulta el día a día, no sólo por la pérdida de tiempo que supone sino también por la tranquilidad que les aportaría hacerlo con un hidrante que cumpla toda la normativa sanitaria. «Todo son buenas palabras por parte de los políticos, pero luego no se traducen en hechos», lamenta Joaquín Rojo, presidente de la Junta Agropecuaria Local. 

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vecinos de Sinovas, Teodoro Martín, recuerda que Raquel González prometió solucionar este asunto cuando accedió a la alcaldía y que, de hecho, el Consistorio cedió un terreno en Cantaburros «pero después se ha olvidado, no se ha dado ningún triste paso en estos diez años». Y todo ello, dice, a pesar de que este proyecto redundaría en beneficio «no sólo de los agricultores, sino de todos los ciudadanos e, incluso, del servicio de limpieza de Aranda», ya que el baldeo, es decir, el agua a presión que se emplea para lavar las calles, también podría utilizarse de ahí. 

Tras acudir en distintas ocasiones en los últimos meses a la Concejalía de Obras para preguntar qué sucedía con este proyecto, Martín ha conseguido saber que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) había respondido al Ayuntamiento «hace más de seis meses» diciendo que faltaba un requisito: que el Consistorio, además del terreno, también ceda el aprovechamiento de ese agua. «Resulta que la CHD había contestado hace tiempo y aquí nadie sabía nada.

Es indignante, sobre todo, cuando todos los pueblos de la zona tienen su hidrante», critica, subrayando que reclaman soluciones a políticos y técnicos «pero nadie te da alternativas a pesar de que la agricultura es esencial y, además, nos podríamos ahorrar muchísimos litros de agua». En teoría, según ha podido saber Martín, sólo faltaría que se elabore un informe para ceder el aprovechamiento del agua y que luego se apruebe en pleno. «Después la Confederación daría todos los pasos para que salga adelante», asegura al respecto. 

Lo pagan los agricultores. Asimismo, tanto Rojo como Martín insisten en que el coste del hidrante lo asumirían los propios agricultores y viticultores. Según un presupuesto que maneja la Junta Agropecuaria Local desde hace seis años, el gasto ronda los 29.500 euros. De ese montante, 5.560 euros se destinarían a construir el depósito y otros 4.222 euros al sondeo. Mientras, la instalación fotovoltaica se llevaría 5.735 euros y la de fontanería 3.411. El coste de la estructura rondaría los 2.800 euros, el hormigón ascendería a 4.904 euros, la caseta alrededor de 950 y la red de saneamiento, 431. 

«Al Ayuntamiento no le va a costar ni un duro y se puede beneficiar para baldear las calles», recalca Martín. Mientras, Rojo indica que no tendrían ningún problema en trasladarse hasta Cantaburros para llenar los depósitos y recuerda que hace años ya se perdió una subvención de unos 6.000 euros con la que se habría podido construir el pozo.