La crisis sanitaria provocada por el coronavirus sigue afectando al tejido económico de Aranda de Duero. Si hace una semana la hostelería volvía alzar la voz por el tercer confinamiento de la villa, ahora la pandemia ha paralizado la llegada de dos grandes empresas con las que diferentes promotores y el propio Ayuntamiento llevaba tiempo negociando. La concejala de Promoción Industrial, Olga Maderuelo, declara que "el interés por venir a Aranda fue antes del confinamiento, antes de que empezara la pandemia. Entonces sí que estaban interesados, teníamos bastantes opciones, pero claro, con la pandemia todo se ha parado". De esta forma, la edil del área confirma lo que se temían algunos de los comerciales del polígono de Prado Marina, donde tenían pensado asentarse ambas compañías: que la covid-19 congelara unas conversaciones muy importantes para la ciudad.

El nombre de las dos grandes empresas interesadas en venir a Aranda sigue sin trascender, ya que como apuntan desde diferentes sectores, podría complicar unas negociaciones futuras e incluso inclinar la balanza a favor de otro destino. "La confidencialidad se valora mucho", inciden. Aunque Maderuelo sí avanza que una de las interesadas es "una empresa extranjera y la otra es una multinacional que ya está implantada en España".

En mayo, cuando aún se confiaba en que las negociaciones no se paralizaran del todo, la encargada de llevar las ventas del suelo industrial de Prado Marina, Marina Matesanz, de la inmobiliaria Inmoba, avanzaba que la idea de una de las dos grandes empresas era hacerse con 40.000 metros cuadrados del polígono arandino, mientras la otra se haría con 30.000. En ese momento, Matesanz también adelantaba que se trataba de dos compañías de algunos de los sectores que mejor están sobrellevando la crisis, como son el logístico y el de materiales de uso diario.

A pesar del parón de las negociaciones, la concejala de Promoción Industrial confía en que "cuando se calme, se tranquilice" la crisis, volverán "a retomar" las conversaciones con las dos grandes empresas. "Además una de ellas era inversión extranjera, entonces tenemos que esperar a que todo esto pase, pero tenemos la esperanza de que quieran seguir implantándose aquí. Sabemos que ahora es complicado, pero cuando todo empiece a funcionar otra vez, seguramente vuelvan a estar interesadas", remarca Maderuelo, que también pone en valor que ambas compañías valoraban "el tema logístico y de población" de la capital ribereña. "Éramos un núcleo que podíamos dar trabajadores cualificados", incide la edil.

La llegada de estas dos nuevas empresas supondría la venta de un total de 70.000 metros cuadrados del polígono de Prado Marina, la zona industrial con más suelo disponible. Según las últimas informaciones facilitadas por los propietarios del suelo, CaixaBank, quedan libres 230.000 metros cuadrados en dicha zona.

Sobre el total de la superficie industrial que hay a la venta en Aranda es difícil conseguir datos. En el Ayuntamiento admiten que no tienen cifras actualizadas y que las últimas son las facilitadas a este propio periódico en 2018. Uno datos que en junio de 2018 hablaban de tan solo 64.981 metros cuadrados libres en el polígono de Allendeduero. Mientras, el resto de zonas industriales (salvo Prado Marina) tenían todo el terreno ocupado.