Diario de Burgos

El Ermitaño, a medio camino de la Virgen del Cerro

I.P.
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Cueva de Juarros intensifica la campaña de venta de la icónica figura con la que recauda dinero para culminar la restauración del templo. Se hicieron 150 réplicas y se han vendido la mitad

Vista desde la carretera de la ermita, una joya del arte prerrománico, cuyo origen está en el siglo X. - Foto: Alberto Rodrigo

Cueva de Juarros reanuda la campaña de recaudación de fondos de cara a una nueva intervención en la ermita de la Virgen del Cerro. La declaración del estado de alarma el mes de marzo, a causa de la covid-19, paralizó primero y ralentizó después, cuando se levantó el confinamiento, el proyecto de la venta del ermitaño, la figura que aparece en uno de los capiteles del templo prerrománico y del que se hicieron 150 réplicas para venderlas y conseguir fondos para continuar con la restauración del inmueble. José Antonio Díaz es el autor de la réplicas en resina del ermitaño.

Las obras en esta nueva fase del templo, que tiene su origen en el siglo X, se centrarían en coser algunas grietas que hay en el muro oeste, limpiar todas las fachadas exteriores, es decir, el rejuntado de mortero que se ha realizado en algún momento histórico, para eliminar esos añadidos y dejar la piedra homogénea. Además se quiere hacer un drenaje en el muro norte para evitar las filtraciones que provocan humedades en el interior del templo deteriorando sus elementos arquitectónicos. Jesús Pascual, el alcalde de Cueva, recuerda que la intención es rematar la rehabilitación de la ermita con esa limpieza de muros del interior y y también cambiar el suelo, levantándolo, rebajar la cota del mismo hasta la original y echarlo de nuevo. 

Estas obras tendrán un coste en torno a los 40.000 euros. Con la venta de los 70 ermitaños que lleva el Ayuntamiento ya, se han recaudado en torno a los 7.000 euros, que se multiplicarían por dos cuando se acaben de vender todas las réplicas; el regidor espera contar también con otro tipo de donaciones particulares y de empresas. Además, se buscará financiación en la Junta de Castilla y León, añade el alcalde que recuerda que ya financió la primera fase y que, además, ha colaborado con la contratación de dos proyectos para ayudar a su promoción y puesta en valor, como es la realización de la señalítica y paneles explicativos, ya instalados, y la elaboración de un vídeo didáctico sobre la historia del templo que está casi finalizado. La primera fase de intervención cabe recordar que se centró en la rehabilitación de la bóveda, los arcos fajones y la cubierta del inmueble.

Por otra parte, para completar el proyecto de recuperación y puesta en valor de la Virgen del Cerro, la junta vecinal quiere hacer un estudio arqueológico para determinar con mayor exactitud el origen de la ermita y sus posteriores fases constructivas. Pascual añade que se presentará a la próxima convocatoria de subvenciones de la Diputación Provincial para la excavación de yacimientos arqueológicos.

Es probable, según estudios previos a las intervenciones, que pudieran hallarse enterramientos, lo que se deduce de algunos hitos funerarios localizados en esa primera fase, que podrían ser del siglo XII ó XIII, ya que sería entonces cuando se elevó en la altura de la nave y se cubrió con bóveda de cañón. Aún hay reformas posteriores.

Una de las características del edificio es que hasta mediados del siglo XX formaba parte del mismo la casa del ermitaño. Ante su progresivo deterioro, acabó por tirarse porque estaba prácticamente hundida y suponía un serie peligro.

Vecinos y gente de fuera. En torno a la venta del ermitaño hay muchas anécdotas curiosas, explica el alcalde, que al contrario de lo que se podría pensar, no son tantos los vecinos que han comprado aún la figura, por sí lo han hecho, por ejemplo, dos ciudadanos argentinos que han hecho el ingreso, aunque aún no han venido a recoger la figura. También han comprado un ermitaño dos vecinos de Sanlúcar de Barrameda y otro de Madrid. Los cuatro primeros no tienen relación con el pueblo, sí el madrileño, con raíces en el pueblo.

Por otra parte, Pascual ha ‘colocado’  la figura a amigos personales, como el delegado provincial de Hacienda, el presidente de la Asociación de Empresarios de Villalonquéjar o los directivos de TPF, entre otros, dispuestos a ayudar a la causa. El Ayuntamiento, por su parte,  ha comprado algunas para regalar a los representantes de las administraciones, entidades bancarias o empresas que han ayudado a la financiación del proyecto.  

El regidor de Cueva de Juarros recuerda que en la puerta de la cantina se ha instalado una lona como recordatorio de la campaña para que nadie pueda decir que se ha olvidado de esta iniciativa para restaurar la ermita prerrománica. Además, se ha editado un díptico en formato digital, que se descarga con un código QR.