En condiciones normales, a las tres de la tarde comenzaría la segunda fase de la operación especial de tráfico de Semana Santa. Miles de vehículos se echarían a las carreteras de la provincia para llegar a sus destinos vacacionales. Como ya sucediera el viernes pasado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado reforzarán su presencia, pero no para evitar accidentes o retenciones, sino para todo lo contrario. El objetivo será evitar los desplazamientos a segundas residencias en plena cuarentena. La Policía Local y la Guardia Civil estarán muy pendientes de la movilidad en una nueva Operación Jaula. 

La Benemérita interceptó a cientos de vehículos procedentes del País Vasco que venían a pasar el puente de San José a pueblos de Las Merindades. El quebrantamiento del estado de alarma puso en alerta a la Subdelegación del Gobierno, que cada fin de semana ha puesto en marcha operativos para bloquear las salidas de las principales ciudades y también las fronteras entre provincias y comunidades. 

Con motivo de la Semana Santa, estos controles se han reforzado con más presencia en las autovías y carreteras secundarias para evitar el tránsito entre municipios de la provincia. No obstante, las intensidades de tráfico han ido en progresivo descenso y actualmente ha caído un 85%, según los datos de la DGT. La gran mayoría de los pocos vehículos son camiones y furgonetas de transporte de productos de primera necesidad, uno de los sectores que más está trabajando durante esta crisis sanitaria, especialmente en asegurar que no haya desabastecimiento en los supermercados. 

Aunque el cumplimiento del aislamiento en Burgos está siendo masivo, aún quedan incumplidores. Hasta el momento se ha detenido a 23 personas y denunciado a más de 2.500.