El día que Nissan ha comunicado oficialmente el cierre de sus plantas en Barcelona, algo que genera aún más incertidumbre en torno al sector de la automoción, Grupo Antolín ha presentado sus resultados correspondientes al primer trimestre del año y, como era de esperar debido a la crisis provocada por la pandemia de covid-19, estas cuentas han estado "fuertemente impactadas" por la caída de las ventas en China, desde febrero, y en el resto de países desde mediados de marzo. Así, la multinacional burgalesa ha registrado unos ingresos de 1.054 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 1.270 millones del mismo periodo del año anterior.
En un momento en el que la producción mundial de vehículos bajó un 35% en marzo y un 23% en el primer trimestre del año, las ventas de la compañía cayeron un 17% y evolucionaron algo mejor que la industria del automóvil gracias a la amplia diversificación de su cartera de proyectos en todo el mundo.
Grupo Antolín, uno de los mayores fabricantes de interiores para vehículos a nivel global, también vio reducido en 23 millones su beneficio operativo bruto (ebitda), al pasar de los 100 millones del ejercicio anterior a los 77 de este año. Pese a estos resultados, la multinacional burgalesa cuenta con una "sólida posición financiera" para hacer frente a la crisis de la covid-19, indican fuentes de la compañía, con una liquidez de 460 millones y cerca de 150 millones en líneas de crédito y de factoring sin recurso, a 30 de abril. Adicionalmente, explican en un comunicado, los bancos que participan en el crédito sindicado han mostrado su apoyo a la compañía flexibilizando las condiciones del préstamo.
Desde el inicio de la pandemia, Grupo Antolín puso en marcha un plan de acción con tres prioridades claras: proteger la salud y garantizar la seguridad de sus empleados, asegurar la continuidad del negocio y proteger la tesorería y prepararse para reiniciar de manera segura la actividad cuando la situación sanitaria lo permitiera y en base a los pedidos de los clientes.
Tras implantar un plan de contingencia frente a la covid-19, la multinacional burgalesa aplicó una serie de medidas financieras como la reducción de las inversiones, el control de los stocks y la bajada temporal de los salarios de directivos, así como la cancelación del pago del dividendo en 2020 por decisión de los accionistas.
Desde el punto de vista operativo, a medida que los fabricantes de coches fueron cerrando sus plantas, Antolín suspendió temporalmente la producción en la mayoría de las fábricas y centros en el mundo, pero la actividad en China ya se ha reiniciado gradualmente desde marzo y, actualmente, todas las plantas del Grupo en este mercado "trabajan con normalidad". Por su parte, los centros de trabajo de Europa y NAFTA están reanudando de manera progresiva la producción desde principios de mayo. Actualmente, el 92% de las plantas de Europa y el 57% de las fábricas de NAFTA están produciendo, aunque a ritmo bajos, por debajo del 30%.
Ventas por unidades de negocio y territorio. La Unidad de Negocio de Puertas alcanzó unas ventas de 443 millones de euros y la Unidad de Negocio de Techos, 415 millones. La Unidad de Negocio de Paneles de Instrumentos y Consolas facturó 128 millones de euros y la Unidad de Negocio de Iluminación, 67 millones. Por territorios, Europa ingresó 534 millones de euros y la región de NAFTA aportó 419 millones. Asia-Pacífico registró unas ventas de 71 millones y Mercosur, 16 millones.
Renovación del Consejo Asesor. Grupo Antolín continúa reforzando su Consejo Asesor y ha anunciado este jueves la incorporación de Macarena Cassinello y Juan de Antonio como nuevos miembros. Se trata de dos profesionales independientes de reconocido prestigio, lo que enriquecerá el debate y el papel de este órgano como apoyo del Consejo de Administración en la marcha del negocio y la toma de decisiones estratégicas en un momento crucial como el que atraviesa la compañía y la industria ante los retos y las tendencias de la nueva movilidad.
Macarena Cassinello es directiva de Siemens Gamesa y fue vicepresidenta de calidad de Iveco entre 2014 y 2019 y consejera en Iveco España. Juan de Antonio es el fundador y consejero delegado de Cabify, la empresa española de movilidad y vehículo compartido con operaciones en España y América Latina.