La estrella de Fran Adeva vuelve a brillar en el firmamento. Así lo demuestran las cifras cosechadas en las últimas jornadas por el ariete blanquiazul. Números de goleador nato (ha anotado siete goles en los últimos doce partidos), que han catapultado al futbolista talaverano hasta la segunda posición en la tabla de máximos artilleros del Grupo VIII con 13 dianas en su haber (una por debajo de Alberto Castro del Real Burgos, con 14), y que han ayudado, de paso, al conjunto de El Montecillo a escalar posiciones en la clasificación hasta encaramarse a la cuarta plaza de la liga en detrimento del Universidad Isabel I.
Sin embargo, e individualidades al margen, si por algo está satisfecho Adeva después de conseguir el pasado domingo el doblete que otorgaba la victoria a la Arandina ante el Salamanca B (3-2), es porque, de forma colectiva, «al fin se ha visto recompensado de algún modo el trabajo que veníamos haciendo estos últimos meses».
Una dinámica que el futbolista no ha dudado en catalogar como «positiva», pero que, debido al hándicap inicial con el que partían los blanquiazules tras el desembarco de Alex Izquierdo en el banquillo, no había terminado de verse premiada con el salto definitivo a la zona de fase de ascenso.
Pese a todo, el nuevo tablero de juego ya ubica a la Arandina como cuarta clasificada. Un logro colectivo en el que, gracias a los goles de Adeva (también a los del resto de compañeros), el club ribereño ha logrado recuperar el status perdido de aspirante al playoff y asomarse por primera vez esta temporada a la cima de la tabla. Hito que ha costado mucho esfuerzo recuperar (han sido necesarias nueve victorias en los diez últimos partidos), pero situación de dificultad que no ha pillado del todo por sorpresa al futbolista.
«Sabemos, por desgracia, cómo es la experiencia en esta categoría», añade Adeva. «No hemos conseguido salir de aquí en los dos últimos años, por lo que conocemos a la perfección el Grupo VIII». Un campeonato que tilda de complicado y en el que, finaliza, «los equipos de arriba se dejan pocos puntos», por lo que «tras haber empezado con el déficit que lo hicimos, sabíamos que recuperar iba a ser muy difícil».