Diario de Burgos

Otro jarro de agua helada para la piscina de El Plantío

H.J.
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La impermeabilización del vaso familiar de El Plantío para verano de 2021 resulta un imposible, con el proyecto retrasado por el estado de alarma y una notable incertidumbre presupuestaria

Un grupo de chavales salta al gran vaso familiar del recinto recreativo - Foto: Luis López Araico

Solo un milagro evitará que las piscinas de verano de El Plantío estén a tiempo para el verano de 2021. El Ayuntamiento de Burgos tiene entre manos el objetivo de la impermeabilización del vaso familiar, la sustitución del emblemático tobogán y la rehabilitación del edificio central tanto del exterior como en el interior, pero los tiempos se están retrasando por el estado de alarma y en el horizonte amenaza la inestabilidad presupuestaria provocada por la crisis económica.

La redacción del proyecto fue adjudicada en la última Junta de Gobierno Local del año pasado, el 30 de diciembre, con un tiempo de entrega de dos meses. Es evidente que se ha superado con creces. El concejal de Deportes, Leví Moreno, calcula que estará listo para junio y explica el retraso por la situación vivida a lo largo de las últimas semanas, cuando casi todos los trabajos se han resentido en su ritmo ya que durante un mar de semanas estuvo en vigor incluso la prohibición de viajar por motivos de trabajo si no se trataba de una actividad esencial (la empresa adjudicataria es de Valladolid).

Suponiendo que el trabajo de redacción del proyecto acabe pronto y se entregue en el área de Deportes, después el Ayuntamiento habrá de revisar y dar el visto bueno a esa tarea. Y después llegará otra más difícil: sacar adelante el contrato de ejecución. No es una obra barata, pues se habló de casi dos millones de euros, así que habrá que afinar el pliego.

Se echa encima el verano, por lo que no es previsible que hasta bien avanzado el otoño pudiera aprobarse, y en ese momento habrá que respetar el plazo de presentación de ofertas, valorarlas, elegirla y proclamar al ganador. Y después, claro, ejecutar la obra propiamente dicha antes de que llegue el mes de junio y el momento, por tanto, de reabrir las piscinas. Siempre teniendo en cuenta que todavía no es definitiva la configuración del presupuesto municipal y que habrá que comprobar qué partida se reserva para estos trabajos, puesto que inicialmente se contemplaban 700.000 euros que serían, a todas luces, insuficientes.

Con todo ello, Moreno admite: "No quiero pillarme los dedos" asegurando que la piscina vaya a estar arreglada para la próxima temporada. Aún no lo descarta con rotundidad, pero en el área de Deportes dan por hecho que se trata de una quimera, puesto que se trata de una actuación que llevará varios meses y que debe ejecutarse cuidadosamente, dados los precedentes fallidos. Hay que recordar que un cálculo realizado en 2016 por fuentes del área deportiva y que nunca ha sido desmentido estimaba en más de un millón de litros diarios la pérdida que registra el vaso familiar. Tal es así que el entonces concejal y ahora jefe de gabinete de Alcaldía, Antonio Fernández Santos, llegó a calificar de "presunto delito ecológico" semejante dispendio de agua, que provoca también la imposibilidad de calentar la piscina, ni siquiera en los días más calurosos del verano.

La remodelación del recinto estival más grande y concurrido de la capital burgalesa va en paralelo, además, a la construcción de un nuevo polideportivo en San Pedro y San Felices, una actuación que fue adjudicada el mismo día 30 de diciembre a otra empresa de fuera, en este caso canaria. Tenía cinco meses de plazo para su entrega y también sufrirá retrasos. En conjunto, se prevé que ambos proyectos dependientes de Deportes necesitarán cerca de 5 millones de euros para salir adelante. Habrá que ver de dónde los saca el Ayuntamiento en sus presupuestos con los recortes que previsiblemente deberá afrontar durante unos cuantos años hasta que se recuperen las familias y la economía locales.