Diario de Burgos

Cinco infracciones al día por usar el móvil al volante

F.L.D.
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Las sanciones por utilizar el teléfono en el coche aumentan cada año y la última reforma endurece el castigo. Solo llevarlo en la mano acarrea multa

Esta infracción acarreará a partir de ahora 500 euros y 6 puntos del carné. - Foto: Alberto Rodrigo

Nada es tan urgente ni tan importante como para quitar las manos del volante y la vista de la carretera para leer un mensaje en el teléfono móvil. Sin embargo, esta distracción tan peligrosa es cada vez más frecuente. Así lo muestran los datos de infracciones que maneja la Dirección General de Tráfico, en los que se percibe un crecimiento paulatino en los últimos años. En lo que llevamos de 2020 se han contabilizado 1.362, lo que equivale a una media de cinco al día solo en vías interurbanas. Es por eso que el Consejo de Ministros aprobó una reforma de la normativa para unificar criterios a la hora de aclarar qué es punible y, a su vez, endurecer las sanciones. 

Si echamos un ojo a los datos de denuncias facilitados por la Jefatura Provincial de Tráfico en Burgos, el aumento en los últimos cuatro años ha sido progresivo, aunque esta tendencia alcista comenzó con los primeros smartphones. De 2017 a 2018 crecieron un 8% y en 2019 el incremento fue del 9%. En el presente ejercicio las multas por este tipo de distracción al volante bajan por razones obvias. Sin embargo, teniendo en cuenta que la población ha permanecido tres meses encerrada por la covid-19, las cifras no distan mucho de otros años. Las 1.362 contabilizadas hasta ahora no están muy lejos de las 1.722 del año pasado. A estos datos habría que añadir los que tienen lugar en los núcleos urbanos que, alertan las autoridades, es donde se produce con mayor frecuencia esta infracción. 

 «Es una conducta cada vez más recurrente. El conductor medio utiliza el móvil cuando no puede. La gente no se da cuenta de que la causa del 30% de los accidentes es ésta. Si a eso le sumas el exceso de velocidad, estamos hablando de decenas de muertos todos los años y en Burgos no somos una excepción», recalca el jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, quien se muestra optimista de que la tendencia cambie con la reforma anunciada la semana pasada tras el Consejo de Ministros. 

Una de las cuestiones más importantes, a su juicio, es que el uso del móvil al volante se «ha objetivado». «Ya no solo es punible llamar, sino el simple hecho de tenerlo en la mano, porque obviamente tienes intención de utilizarlo», añade. Pero es que, además, las sanciones serán mucho más duras. Todo aquel al que sorprendan con el smartphone al volante será multado con 500 euros y la retirada de seis puntos del carné. «Espero que los conductores empiecen a entender que es muy grave», subraya. 

Galán señala que la gran mayoría de las denuncias se producen por visión directa de los agentes. En este caso, las cámaras instaladas hace unos tres años por la DGTpara controlar este tipo de conductas y también el uso del cinturón de seguridad apenas detectan infracciones. «Tienen que darse muchas circunstancias. La principal que esa persona tenga el teléfono en la mano justo en el momento de pasar por debajo del dispositivo. Es mucho más efectiva la presencia de guardias civiles, sobre todo en vehículos camuflados».

Preocupa mucho que los conductores miren con frecuencia el móvil cuando van por carretera, pero también cuando lo hacen por ciudad. Solo hace falta darse una vuelta para constatar que es una práctica demasiado extendida, especialmente en los semáforos. El jefe provincial de Tráfico aclara que, aunque el vehículo esté detenido para esperar a la fase verde, «no se puede mirar el teléfono porque no es una parada, sigues en circulación». En caso de que unos agentes sorprendan a una persona en estas circunstancias, advierte,   «la van a sancionar».