Regresa el balonmano al Príncipe de Asturias tras un mes de parón por Navidades (19.00h.), y lo hace con el aliciente de ser el último partido de la primera vuelta. También, con la motivación añadida que supone la celebración de un derbi entre el Blasgón y Ceres y el BM Zamora, bestia negra de los ribereños en las últimas temporadas. En ese sentido, encuentro ilusionante para un cuadro amarillo que buscará reencontrarse «la afición en casa» como ha argumentado Alberto Suárez, y que trabajará para poder cerrar el ecuador del campeonato con 22 puntos. Uno menos, tan sólo, de los que logró acumular Nava (23), el curso anterior.
El reto, sin embargo, no se antojará sencillo. El equipo de Leo Álvarez es cierto que aterrizará en feudo ribereño con un sinfín de bajas en sus filas (algunas de ellas, como las de los internacionales argentinos Ramiro Martínez y Gastón Mouriño, o las de los lesionados Raúl Maide u Octavio Magadán, bastante notables), pero también con una tendencia alcista en cuanto a resultados en las últimas jornadas que ha permitido a la entidad del bajo Duero salir de los puestos de descenso y coger cierto oxígeno motivador.
«Están con problemas», ha señalado Suárez, «pero precisamente por eso es complicado». Zamora ha tenido «bastantes lesiones» y, aunque «es un equipo que está en constante reconstrucción, es difícil saber cada semana qué siete base te vas a encontrar con ellos». Además, y como punto positivo para la entidad zamorana, el técnico asturiano ha querido destacar que «han incorporado a Joaquín Aravena». Un central «joven que viene de Ballester y que, «con desparpajo», va «bien en el uno contra uno».
Incertidumbres al margen, en lo que sí ha hecho hincapié el técnico asturiano es en la velocidad que presentará su rival en la pista hoy sábado. «Tratarán de correr», ha expuesto, «porque son uno de esos equipos junto a Barcelona B y Torrelavega que les gusta». Por eso Suárez aboga porque, en partido, los suyos mantengan siempre la intensidad y traten de no perder balones para obligar a que «ellos ataquen con nuestra defensa ya formada». A ser posible, además, «en estático», que es donde «nosotros estamos más fuertes».