Diario de Burgos

Detenido por causar daños e intentar robar en varios coches

F.L.D.
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Unos vecinos le sorprendieron forzando vehículos que estaban aparcados en la calle Hospital Militar. La Policía le arrestó el domingo por la noche

Captura del vídeo grabado por unos vecinos. - Foto: Twitter

Si ya de por sí es raro que una persona se ponga a mirar el interior de vehículos que están aparcados, lo es más cuando hoy por hoy no es habitual ver a gente transitando por la calle debido al estado de alarma decretado para evitar la propagación del coronavirus. Unos vecinos de la calle Hospital Militar, en la zona sur de la capital burgalesa, observaron hace unos días cómo un individuo recorría uno por uno los coches estacionados y sospecharon que podía intentar robar en alguno de ellos. Así pues, decidieron avisar a la Policía Nacional y horas después el presunto ladrón fue detenido, según fuentes de la Comisaría Provincial consultadas por este periódico. 

Se trata, indican, de un joven ratero de origen marroquí que, si bien no consiguió robar en el interior de ningún turismo, sí causó varios daños. Gracias a la descripción física y a las imágenes aportadas por los alertantes, los agentes le pudieron localizar cerca del lugar en el que ocurrieron los hechos la noche del domingo, al filo de la madrugada. Nunca antes había sido detenido en Burgos por hechos de este tipo, señalan las mismas fuentes. 

Los residentes de la calle Hospital Militar que ‘cazaron’ al ladrón intentando asaltar los coches grabaron un vídeo que ayer comenzó a difundirse en varias redes sociales, entre ellas Whatsapp y Twitter. En los mensajes se animaba a los burgaleses de que estuvieran alerta y avisaran a las autoridades si le veían. Asimismo, advertían de que la última vez que había sido visto iba en bicicleta por la Plaza Vega. 

En el vídeo se puede observar cómo en un principio el joven caco mira a través de las ventanillas el interior de varios coches que están aparcados en línea. Al percatarse de que pudiera intentar robarles, la alertante le pregunta qué está haciendo. El ladrón, lejos de alarmarse e irse corriendo, les dedica una serie de insultos y actos obscenos antes de continuar con su sospechosa ‘inspección’ de los vehículos. Su actitud no varía aunque le avisen de que van a llamar a la Policía hasta que, tras chequear todos los turismos, decide volver a encararse con los residentes que le observan, les vuelve a insultar y, finalmente, decide abandonar el lugar sin muchas prisas.