Diario de Burgos

Barbadillo de Herreros invertirá 460.000 € en un restaurante

P.C.P.
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La localidad ha licitado por 460.000 euros la obra, con 18 meses de plazo. El edificio nuevo se construirá junto al Ayuntamiento

Parcela en la que se levantará el nuevo edificio, junto al Ayuntamiento. / fotos: f2estudio - Foto: F2Estudio

Puede parecer un contrasentido, pero con la crisis de la COVID-19 ha cobrado más importancia el proyecto hostelero que el equipo del Ayuntamiento de Barbadillo de Herreros comenzó a gestar al inicio de esta legislatura y que se hará realidad en la primavera-verano de 2022, si no surgen nuevos contratiempos. La localidad tendrá después de dos inviernos y 460.000 euros de inversión un nuevo bar-restaurante con el que cubrir todas las carencias que en la actualidad se han puesto de manifiesto, incluidas las que ha sacado a la luz la pandemia.

En la actualidad, el único establecimiento hostelero de Barbadillo se ubica en la primera planta de las escuelas y es necesario subir una escaleras para acceder a él, por lo que además de resultar muy incómodo, tanto para trabajadores como para clientes, no cumple las normas de accesibilidad , según reconoce el alcalde, Roberto Neila. Esas barreras arquitectónicas quedarán eliminadas con la construcción del nuevo edificio en una parcela de propiedad municipal de más de 23.000 metros cuadrados, que linda con el Ayuntamiento y con la calle Mayor y la plaza de la localidad, ubicada a 21 kilómetros de Salas de los Infantes.

El inmueble constará de dos plantas. El bar-restaurante se ubicará en la primera, de 475 metros cuadrados, con acceso directo a cota 0 desde la calle Mayor, sin tener que salvar ningún desnivel por la parte superior de la plaza. Se ha buscado la apertura hacia las fachadas, dotando todas las estancias de la edificación de iluminación y ventilación natural. Según se detalla en el proyecto, tanto el almacén como la zona de comedor contarán con acceso directo a la calle a través de una amplia terraza perimetral, que será muy útil ahora que se demandan espacios abiertos. «Ya lo habíamos pensado así antes de esta crisis», apostilla.

La terraza del bar actual, en un local municipal.La terraza del bar actual, en un local municipal. - Foto: F2Estudio

En la planta inferior (de 459 m2) estarán los aseos, el cuarto de instalaciones y una zona de usos múltiples. Se accederá desde la zona superior de la plaza a través de unas escaleras y desde la zona inferior de la plaza a través de una rampa accesible y de unas escaleras.

«Tener un restaurante es una necesidad», explica el regidor, que acaba de sacar a licitación la obra con un plazo de ejecución de 18 meses y un coste de 460.582,49 euros. Las ofertas se pueden presentar hasta el 1 de julio.

Agalsa concederá una subvención para cubrir aproximadamente un 25% del presupuesto, calcula el alcalde, mientras que el resto se costeará con fondos propios, mediante la enajenación de varios pinares, en dos anualidades.

«Servirá para dinamizar el pueblo y fijar población, puesto que se generará trabajo, al tiempo que contribuirá a atraer turismo», aventura Neila. Por ejemplo, aquellos que recorren la vía verde de la Sierra de la Demanda «o no vienen hasta aquí o se dan la vuelta y regresan a Pineda de la Sierra», donde se ubica el restaurante más cercano (también hay en Huerta de Abajo, en Salas de los Infantes y en la localidad riojana de Canales).

Ganar confianza, perder miedo.Vecinos y veraneantes, trabajadores de la zona y cazadores se verán beneficiados con esta nueva dotación hostelera en Barbadillo de Herreros dentro de dos veranos. Mientras, José Cuevas y su hijo Nico -procedentes de Bozoó- están al cargo del bar, desde que en abril de 2019 cogieran la concesión. Ofrecen comidas por encargo y a partir de julio prevén darlas también en el albergue de La Casona del Mayorazgo, como ya hicieron el verano pasado. Se ganaron entonces la fidelidad y los halagos de la clientela, en una zona que multiplica su población con el buen tiempo y que tiene mucho movimiento gracias a la vía verde. Pero desde que se acaba la caza, en enero, hasta que llegan los veraneantes, son poco más que un servicio para el pueblo y los mayores que allí viven de continuo.

De momento, funcionan con la terraza a pie de calle.«Hay gente pero el ambiente no es el mismo. No lo veo claro, tienen miedo», explica el hostelero, que, pese a afrontar con «esperanzas» el futuro, remarca que «por muy bueno que sea» apenas tendrá mes y medio de verano para recuperar la temporada. «Si se gana la confianza que se ha perdido con la enfermedad» y llegan esos turistas de interior de los que tanto se habla, puede ser buen verano.«Estamos todos en un mundo incierto», recalca José.

De Madrid, Cataluña y el País Vasco proceden la mayoría de quienes tienen segunda residencia en Barbadillo de Herreros. «Tenemos ganas de que pueda venir la gente pero también mucho miedo», reconoce el alcalde, Roberto Neila, debido al riesgo de contagio que lleva aparejado el aumento de la población.

La localidad celebra sus fiestas patronales en septiembre, así que la decisión final aún puede esperar.No obstante, su alcalde confirma que ya han optado por no contratar verbenas, tampoco la que organizaban los jóvenes unas semanas antes, pero cree que disponen de espacio de sobra para organizar actividades de día.