Diario de Burgos

Otra víctima de la desatención

GADEA G. UBIERNA
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Neurocirugía dio el 11 de marzo el alta a una paciente con vértebras aplastadas y no ha vuelto a verle la cara. En agosto consiguió una cita presencial con Reumatología y Hematología, que en días detectaron un cáncer avanzado

María es incapaz de moverse por sí misma desde febrero, por lo que nunca entendió que por teléfono le recomendaran nadar e incluso volver al trabajo porque «entretenida» los dolores serían llevaderos. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

María Cristóbal Valenciano tiene sujeta la columna por un tumor. Hematología del HUBU le diagnosticó el 21 de septiembre un cáncer avanzado de la sangre que repercute en los huesos, un mieloma múltiple denominado ‘de cadenas ligeras de kappa’ que le martiriza desde febrero. Cada dos días le inyectan tratamiento en la zona, con el objetivo de que sea capaz de eliminar células cancerígenas y que un trasplante de médula ósea dé alguna opción de regeneración y supervivencia. Dos semanas después del inicio de la terapia no hay resultado alguno y la enferma se pregunta cuál sería su pronóstico si en Neurocirugía, donde estuvo ingresada seis días en marzo, y en Atención Primaria hubieran vuelto a verle la cara en los seis meses siguientes en lugar de aferrarse a la ‘consulta telefónica’.

«Ahora solo importan las estadísticas. Yo no me he contagiado de coronavirus, no figuro y mi muerte tampoco se incluirá entre las de la pandemia, a pesar de que soy una víctima de la covid-19. Yeso es lo que de verdad me duele», dice esta mujer, trabajadora de Sacyl para más inri, cuya experiencia con el sistema público de salud desde febrero es de las que provocan una mezcla de sonrojo e incredulidad por asombrosa. Pero ella tiene una carpeta con toda la documentación que atestigua su periplo.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)