Diario de Burgos

Las secuelas siguen pesando demasiado

J.A.D.C.
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La superioridad física de BM Logroño y la actuación de Rangel Luan bajo palos, impiden al Blasgón y Bodegas Ceres soñar con su primera victoria tras superar la pesadilla del coronavirus

El central portugués Gonçalo Cunha trata de zafarse de jugadores de Logroño - Foto: Christian Castrillo

Derrota del Blasgón y Bodegas Ceres Villa de Aranda en su regreso a la competición. Duelo "complejo", como ya se encargara de avisar el propio técnico amarillo Alberto Suárez en rueda de prensa previa, y sensaciones positivas aunque encontradas como análisis conclusivo final. También, mucho que mejorar en un ataque posicional en el que predominaron, y sobre todo tras la reanudación, los errores propios no forzados más allá del apartado físico. Hechos decisivos a la postre que, pese al esfuerzo realizado durante los sesenta minutos, acabaron por lastrar en exceso la buena -y por norma general-, defensa arandina planteada sobre la pista. 

Con todo y eso, y pese a las deficiencias vistas sobre el cuarenta por veinte, brega y pundonor para un conjunto, el ribereño, que plantaría cara a BM Logroño durante toda la primera mitad (9-11 al descanso), pero que acabaría cediendo la victoria por cuatro goles de diferencia (21-25), a tenor de las buenas intervenciones del meta riojano Rangel Luan bajo palos, y del acierto desde los seis metros del pivote visitante Jordan Bonilauri.

Con el tropiezo ante Logroño, el Blasgón y Bodegas Ceres se consolida en el último puesto de la tabla clasificatoria en la Liga Asobal con, únicamente, un punto cosechado. Un escenario éste negativo a todas luces, pero también circunstancial debido a que, fruto del parón, la entidad burgalesa apenas acumula la mitad de encuentros disputados que la mayoría de sus rivales. El siguiente compromiso del equipo, con el que tratará además de salir nuevamente de los puestos de descenso, será en poco más de diez días. Concretamente, el próximo día 28 de octubre en casa y ante Helvetia Anaitasuna.