El levantamiento de la movilidad entre provincias desde que el 9 de mayo acabara el fin del estado de alarma ha supuesto un tímido aumento del trabajo de los guías turísticos de la capital. Las reservas llegan a cuentagotas, aunque son superiores a la fecha antes indicada, cuando solo se permitía viajar entre territorios de Castilla y León, siendo los ciudadanos procedentes de Madrid y el País Vasco sus principales clientes. Por el momento, no hay grupos que atender y las distintas asociaciones que agrupan a este colectivo creen que su reactivación no se producirá hasta septiembre o entrado ya el otoño, mientras que la vuelta a volúmenes de actividad previos a la pandemia se espera para 2022.
Parejas o familias conforman hoy en día el perfil de los demandantes de este tipo de servicios, a diferencia de lo que ocurría en ejercicios anteriores, cuando su trabajo se centraba en recibir a grupos. Las restricciones de aforo tanto para los recorridos al aire libre como interiores tampoco se lo han puesto fácil al sector, que siempre ha demando un aumento de los mismos. Cabe recordar que hasta hace apenas dos semanas el máximo de personas que podían participar era de 10, incluido el guía, habiéndose ampliado a 15 al pasar la capital a la fase 2 y a partir de este viernes a 30. Esta limitación siempre ha sido cuestionada por el sector, que no entendía «cómo puede llegar un autobús con 50 ocupantes y tener que repartirse en varios grupos».
La pregunta se la hace Sagrario García, de la Asociación de Guías Turísticos en Castilla y León, al igual de su compañera Beatriz Sanz de Acedo, que forma parte de la misma entidad y son socias de la empresa Burgos Turismo. Esta última reconoce que el anterior cambio del nivel de alerta dio ya «cierto margen» a su capacidad de trabajo, aunque apostilla que «no llegamos ni de lejos a los niveles de un ejercicio normal». De hecho, apunta al próximo ejercicio como fecha para este momento, confiando eso sí en que a partir de septiembre se produzca un «repunte de la actividad».
Las Edades del Hombre. En la misma línea, Noelia Alonso, de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Burgos, se fija también ese mes y esa época para la reactivación del sector, impulsado por grupos que quieran visitar la exposición de las Edades del Hombre, ya que en la actualidad el volumen de reservas se han incremento un 2% desde que finalizara el estado de alarma. «Es todavía demasiado pronto», reconoce, al tiempo que apunta a varios factores para justificar la situación.
Por un lado, Alonso considera que aún hay ciudadanos con ciertas reticencias a la hora de viajar, ya sea porque están pendientes de la primer vacuna o de la segunda dosis, mientras que otros sufren las consecuencias económicas de la pandemia y continúan estando en situación de ERTE. «Nuestro sector está todavía parado», remarca, extendiendo esta circunstancia al resto de provincias de la región.
Coinciden estas profesionales en que en época veraniega los ciudadanos optan de forma prioritaria por los destinos de playa, aunque confían en que, una vez finalizadas esas vacaciones, el turismo de interior cobre auge entre los residentes españoles y empiece a notarse la afluencia de visitantes extranjeros, que hasta la fecha está pasando casi desapercibida para el conjunto del sector turístico.