El reguero de calles, garajes y lonjas anegadas que dejó el fuerte aguacero que cayó sobre la capital el viernes 28 de mayo ya hacía presagiar que los daños iban a ser cuantiosos. Y es cierto, estos diez días han sido de intenso trabajo para el Consorcio de Compensación de Seguros, que se encarga de cubrir todos los desperfectos que causan los fenómenos calificados de riesgo extraordinario. Y las inundaciones lo son, siempre. Aunque aún están por llegar reclamaciones al ente dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, su director de operaciones, Alejandro Izuzquiza, adelanta que las compensaciones a las que tendrá que hacer frente el Consorcio ascenderán a «dos millones de euros aproximadamente».

Por el momento, este organismo ha tramitado 288 solicitudes de indemnización procedentes de Burgos capital y algunos pueblos del alfoz, pero el propio Izuzquiza advierte de que la cifra final alcanzará cerca de las 400 peticiones. De las que han llegado, una mayoría reclama compensación por daños provocados en viviendas, un total de 184. Por perjuicios sufridos en vehículos se han contabilizado 53 demandas; 47 por desperfectos en oficinas, comercios, almacenes y locales de uso no industrial, y cuatro por daños en industrias.

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