Iberdrola puso ayer en operación el proyecto Núñez de Balboa, la planta fotovoltaica más grande de Europa localizada en Badajoz (Extremadura), después de concluir los trabajos de construcción en un tiempo récord de un año.
Con una potencia instalada de 500 megavatios (MW) y una inversión cercana a los 300 millones de euros, la planta, promovida con la colaboración de Ecoenergías del Guadiana, se sitúa entre los municipios pacenses de Usagre, Hinojosa del Valle y Bienvenida.
La construcción de la infraestructura implicó a más de 1.200 trabajadores en períodos puntuales; un 70% de ellos extremeños.
Asimismo, el proyecto ha contribuido a la cadena de valor con compras por valor de 227 millones a una treintena de proveedores, muchos de ellos locales.
La instalación generará energía limpia para abastecer a 250.000 personas cada año y evitará la emisión a la atmósfera de 215.000 toneladas de CO2 al año.
Iberdrola ha puesto a Extremadura en el centro de su estrategia renovable en España, donde prevé la planta de más de 2.000 MW fotovoltaicos a 2022.
Tras la puesta en operación de Núñez de Balboa, la compañía mantiene en tramitación más de 1.300 MW renovables en seis proyectos fotovoltaicos: Francisco Pizarro (590 MW), ubicado en Torrecillas de la Tiesa; Ceclavín (328 MW), en Alcántara; Arenales (150 MW), en Cáceres; Campo Arañuelo I, II y III (150 MW), en la comarca de Almaraz; y Majada Alata y San Antonio (50 MW cada una), en Cedillo. En esta zona, además, cuenta con 300 MW con acceso a la red para la proyección de un proyecto fotovoltaico más.