Diario de Burgos

Entrar a Aranda depende de qué autoridad haga el control

A. DEL CAMPO
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Policía Nacional y Guardia Civil no dejan acceder para comprar, mientras que Policía Local sí. Los alcaldes de la comarca piden una apertura a la Junta que la alcaldesa da por permitida

La Policía Nacional controla uno de los accesos a Aranda de Duero durante el tercer confinamiento de la villa. - Foto: Jesús J. Matí­as

La incertidumbre sigue imperando cuando los vecinos de los pueblos de la comarca se preguntan si pueden entrar en Aranda para hacer compras o gestiones básicas. Mientras las autoridades políticas siguen dando una y otra respuesta, la realidad se comprueba a pie de calle, o de control policial, y aquí tampoco hay unidad de acción. Los efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, según apuntan fuentes oficiales, están aplicando la normativa dictada por la Junta, que este miércoles emitía un comunicado desde la delegación territorial indicando que "la compra de productos en sí misma no es una causa justificada de entrada a los municipios" confinados. Las mismas fuentes policiales admiten que se estudia cada caso, entendiendo que algunos accesos a la villa sí responden a necesidades básicas.

Por su parte y simultáneamente, los efectivos de la Policía Local de Aranda están aplicando otra manera de actuar remitiéndose a lo que ha defendido el Ayuntamiento desde el inicio del tercer confinamiento. Desde el cuerpo de seguridad municipal afirman que se remiten a la orden de Alcaldía en la que se permite el acceso a la ciudad para realizar compras. "Se entiende que comprar alimentos, medicamentos... es algo de primera necesidad", afirman desde la Policía Local para acto seguido destacar que "la gente está cumpliendo con las limitaciones", haciendo "consultas previas" y "procurando no moverse si no tiene la certeza" de que puede hacerlo.

De esta forma, poder entrar a Aranda a comprar si se reside en un pueblo depende del cuerpo de seguridad con el que se encuentren los ciudadanos. Si, por ejemplo, las autoridades estatales vigilan que si se accede a Aranda por un motivo justificado, lo haga solo una persona del núcleo familiar; los agentes locales no suelen realizar estas revisiones al considerar que si son convivientes no hay impedimentos, como reconocen desde los propios cuerpos de seguridad.

Los alcaldes de los pueblos de la comarca se han sumado al debate pidiendo a la Junta que permita a sus vecinos acceder a Aranda para realizar compras o gestiones básicas. En una carta dirigida al presidente del Ejecutivo autonómico, Fernández Mañueco, los regidores de los distintos municipios de la Ribera recuerdan que en "el estado de alarma se permitía explícitamente abastecerse, hacer las compras necesarias y otras gestiones propias del día a día", y alertan de la incertidumbre que sufren al "no saber cómo actuar correctamente". Por ello solicitan que "a la mayor brevedad posible se tomen las medidas adecuadas y envíen otras alternativas coherentes".

Lo que reclaman los alcaldes es una solución a una serie de quejas entre las que se afirma que "esta medida -la prohibición de poder entrar a comprar a Aranda- obliga a los vecinos de las áreas rurales a tener que desplazarse a más de 30 kilómetros. Lo agravante de estos hechos es que al llegar a comprar se encuentran sin género por no ser aquellos lugares proveedores en tanta cantidad". Además añaden que "estas mediadas aíslan y desprotegen aún más a nuestros mayores" y siembran "contagios involuntarios" por la comarca.

En medio de esta confusión, la alcaldesa de Aranda, Raquel González, emitía ayer un comunicado en el que insistía que tras la reunión mantenida el miércoles con la Junta "quedó de manifiesto que en situaciones de necesidad, como la adquisición de alimentos, siendo esta necesidad inaplazable y para aquellos supuestos de localidades en los que no exista la posibilidad de adquirir dichos alimentos, los vecinos de dichos municipios podrán trasladarse a las localidades confinadas, en nuestro caso Aranda, para realizar esas compras".