Diario de Burgos

La nueva ordenanza de terrazas «llega tarde» en Aranda

I.M.L.
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La lentitud en aprobar las modificaciones para permitir cerramientos en la vía pública lleva a muchos bares a desistir de realizar inversiones para adecuar sus veladores en la recta final de la época de frío

La nueva ordenanza de terrazas «llega tarde» en Aranda

Los hosteleros de la capital ribereña llevan esperando meses a que en el Ayuntamiento de Aranda haya ‘fumata blanca’ para saber qué elementos pueden utilizar para cubrir sus terrazas. Mientras que en Burgos y Miranda de Ebro sus respectivas administraciones locales ya lo dejaron claro el pasado mes de octubre, no será previsiblemente hasta mañana cuando se apruebe en el pleno arandino la modificación de la ordenanza de veladores que regula los cerramientos válidos. «Ahora que va llegando el buen tiempo, ¡mira qué día hace hoy!, ahora nos van a decir qué sí y qué no, a mí no me compensa», reconoce un hostelero del centro de la ciudad mientras atiende las mesas que tiene llenas, aprovechando el sol. «Nos hemos tirado el invierno helados en las terrazas y ahora que apetece tomar el aire no nos van a encerrar entre plásticos», tercia un cliente ante su café.

Un sentimiento que se generaliza entre los bares que siguen abiertos en Aranda, porque muchos, incluso en el casco histórico, llevan semanas cerrados a la espera de que se pueda volver a atender a los clientes en el interior. «A estas alturas del invierno no nos vamos a poner a gastar dinero en mamparas o lo que sea porque, mientras en el Ayuntamiento dice si vale o no vale llega la primavera y eso no sirve para nada», lamenta un camarero, que considera que «está bien que lo pongan en la ordenanza, pero ya para el invierno que viene».

Esa es una de las peticiones que desde la Asociación de Hosteleros se hizo a los responsables municipales. «Quitando un par de artículos, el resto de lo que se ha puesto en la ordenanza está para quedarse, no para que deje de estar en vigor una vez pase la pandemia, con lo que podremos tener unas terrazas más adecuadas para los meses fríos de aquí en adelante», aclara David González, vicepresidente de Asohar y uno de los representantes del sector que se ha estado reuniendo con los representantes políticos para intentar que la modificación de la ordenanza de veladores sirviese a las necesidades del colectivo.

González reconoce que estos cambios llegan después de meses de reuniones y búsqueda de acuerdos (hasta 13 versiones de la modificación se han llegado a poner sobre la mesa), pero considera que los tiempos administrativos y políticos son los que son. «En muchas reuniones, un político decía una cosa y otro otra, así era difícil avanzar», lamenta, sin olvidar que estos cambios en la ordenanza también afectan a la ciudadanía en general. «Teníamos que mirar mucho que las terrazas puedan convivir con los peatones, que se sigan dejando espacios para que transiten las personas sin problemas y eso en algunas zonas podía resultar un problema, porque no se pueden poner terrazas en sitios donde ni siquiera puede pasar un peatón», explica como una de las dificultades con las que se han encontrado. 

Entre las peticiones de Asohar para facilitar la convivencia de las terrazas con los viandantes, la modificación contempla que se pueda modificar el itinerario accesible para las personas con discapacidad en algunos puntos, siempre y cuando los técnicos den el visto bueno a los cambios. «Esto y todo lo que se quiera hacer para poner una terraza con cerramientos ligeros tiene que contar con el ok de los técnicos municipales, por eso hemos pedido que se agilicen lo más posible los expedientes», destaca González, que confía en que los hosteleros que ya han invertido en elementos móviles para sus terrazas no tengan problemas para mantenerlos en la vía pública.

Los cambios en la ordenanza se van a aplicar de forma uniforme en toda la ciudad, por lo que las terrazas en los barrios tampoco podrán tener cerramientos completos.