La tendencia a la baja en el número de alumnos matriculados en la asignatura de Religión Católica se repite desde la última década. El descenso se nota principalmente en las etapas educativas iniciales, segundo ciclo de Infantil y Primaria, donde en los últimos tres cursos ha disminuido la cifra de escolares un 9,2%. Así y según los datos facilitados por la Dirección Provincial de Educación, en el ejercicio lectivo 2017-2018 estudiaban esta materia en lugar de Valores Sociales y Cívicos (la otra alternativa a elegir) un total de 10.525, frente a los 9.553 que lo hacen en la actualidad, lo que significa 972 menos.
La disminución es aún más pronunciada en el nivel inicial, donde el porcentaje respecto al conjunto del alumnado se sitúa ya por debajo del 50%, concretamente se pasa del 52,82% al 48,38%. La pérdida acumulada hace que esa misma tendencia se traslade a Primaria, donde representan el 57,49%, casi tres puntos menos, pero tarde más en llegar a cursos superiores.
Y es que, la excepción a este comportamiento se produce en Secundaria, donde incluso aumenta la cifra de estudiantes que se decanta por esta opción, con 277 más este año o un incremento del 6,5% hasta contabilizarse 4.565, que a su vez representan casi el 60% del total. En primero de Bachillerato, se aprecian «ciertas fluctuaciones» al pasar de 480 a 507, si bien cae el porcentaje respecto al conjunto hasta el 31,73%.
En cuanto a la demanda de otras confesiones, el número de alumnos de Religión Evangélica en la provincia burgalesa es «casi testimonial», según apuntan fuentes de la Dirección Provincial de Educación. Esta opción se imparte en nueve centros con 233 escolares en Infantil y Primaria (un 1,3% del total) y 14 en la ESO, 25 más en total que en el curso 2017-2018 y de la que ocupan tres profesores.
La Religión Islámica se impartió por primera vez el pasado ejercicio escolar con 115 estudiantes, que se han incrementado en el actual hasta los 175 en Infantil y Primaria. De los tres centros que la ofertaron inicialmente se ha pasado a cuatro, todos ellos ubicados en Aranda, mientras que en la capital no se imparte en ninguno aunque hubo tres colegios que lo solicitaron. El motivo radica, según las mismas fuentes, en que la Comisión Islámica Nacional «no propuso ningún profesor» para cubrir esa petición de las familias.
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