Este domingo se ha celebrado el Día Mundial sin Tabaco, por lo que la unidad especializada del HUBU ha querido aprovechar la ocasión para recordar a todos los empleados del complejo que tienen a sus disposición un programa de ayuda para dejar de fumar. Esta unidad, de hecho, se implantó hace 20 años y ahora está tratando a algo menos de 200 pacientes. Y cuatro de cada diez lo dejan. «La tasa de éxito es cercana al 40%», remacharon fuentes oficiales del hospital en un comunicado.

Todos ellos han sido derivados desde el servicio de Neumología o desde las consultas de Atención Primaria, de acuerdo a unos criterios entre los que destacan que «hayan realizado varios intentos para dejar de fumar, que presenten patología relacionada y que tengan una alta motivación para abandonar esta adicción».

En línea con los objetivos fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para esta atípica celebración del Día Sin Tabaco, el HUBU quiere advertir a la gente más joven de la «mercadotecnia sistemática, agresiva y sostenida que la industria tabacalera y otras relacionadas utilizan para que una nueva generación se enganche al consumo de sus productos».

Más riesgo. De igual forma se destaca que los fumadores tienen «más riesgo de infección tanto por bacterias como por virus», lo cual les hace más susceptibles al contagio por el SARS-CoV-2.

Primero, porque el consumo de tabaco altera la inmunidad y, después, porque la repetición del «gesto mano-boca» o el quitarse la mascarilla para introducir el cigarro aumenta las posibilidades de contagio, en caso de que se haya tocado alguna superficie contaminada. Por eso recalcan que lo mejor, dejarlo.