Diario de Burgos

Agosto estará libre de juicios pero será hábil

I.E.-F.L.D.
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Abogados y procuradores tendrán 10 días sin trabajo ese mes pero el resto habrán de estar atentos a sus asuntos

Una mampara separa al acusado en un juicio en la Audiencia. - Foto: Alberto Rodrigo

Los abogados, procuradores y graduados sociales van a poder descansar en agosto, pero solo en parte. Las oficinas judiciales -tanto de Reyes Católicos como del Paseo de la Audiencia- han llegado a un acuerdo tácito con los profesionales para no programar ningún juicio en un mes en el que tradicionalmente la Administración de Justicia ha funcionado al ralentí, solo para atender asuntos urgentes y que afectan a derechos fundamentales. Durante los 10 primeros días el descanso podrá ser casi completo, pero a partir del día 11 tendrán que tener un ojo en la toalla y otro en su despacho, ya que los plazos  procesales no se detendrán, algo que sí sucedía otros años, lo que convertía agosto en un mes prácticamente inhábil en todas las jurisdicciones.

Los abogados al menos se libran de las vistas orales, que son las que más carga de trabajo representan para ellos, pues exigen una preparación previa muy laboriosa en muchos casos. Pero tendrán que estar atentos -igual que los procuradores- a que no se les pase el tiempo máximo para contestar a una demanda, presentar un recurso o redactar un escrito.

La letrada Beatriz Mena reconoce que siempre se ha ido de vacaciones «con un ojo puesto en el despacho». Este año, además de tener un verano mucho más corto que otros, va a tener que estar pegada más tiempo al ordenador: «El principal problema este mes de agosto es que a partir del 11 comienzan a contar los plazos y si te llega una notificación tienes que estar muy atenta».

Desde el Ministerio la consigna es que funcionarios y jueces cojan la mayor parte de sus vacaciones en el mes de agosto, de ahí también que finalmente se haya optado por no llevar a cabo vistas orales. Sí tendrán lugar todas aquellas que afecten a derechos fundamentales, causas con preso, etc, según explican en la oficina judicial.

En cuanto a la celebración de juicios, los juzgados de Reyes Católicos han cogido «velocidad de crucero» y ya están señalando cada día en torno a 25, «cifras similares a los momentos previos a la pandemia». La previsión es poder programar en los meses de junio -casi terminado-, julio y septiembre todas las vistas orales que se tuvieron que suspender durante el estado de alarma, más de 2.000 entre todas las jurisdicciones.

No será una tarea sencilla recuperar tal carga de trabajo, pero para ello se están celebrando juicios por la tarde y se está impulsando la llegada a acuerdos entre las partes de un conflicto.

Dado el parón y el aluvión de pleitos que la llegan a algunas jurisdicciones, las conformidades se presentan como una pieza del engranaje para conseguir arrancar y no dilatar los asuntos eternamente. De hecho, ya hay algunos magistrados que están conminando a las partes a alcanzar acuerdos y evitarse, así, un tedioso y largo procedimiento. Tanto los abogados como los fiscales parecen aceptarlo de buen grado, aunque los primeros recuerdan que la última palabra siempre la va a tener el cliente.