Diario de Burgos

La carretera ya se ha cobrado 5 vidas, 2 más que hace un año

F.L.D.
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Otras tres víctimas perecieron en las vías de la provincia, aunque no contabilizarán hasta final de año. La N-234, que une Burgos y Soria, ha sido el trazado con más accidentes mortales en lo que va de 2020

Imagen de uno de los vehículos implicados en un accidente con víctima mortal en la N-234. - Foto: Alberto Rodrigo

El pasado año fue de récord en cuanto a la siniestralidad mortal en las carreteras de las provincia. Nunca antes en la historia se había registrado una cifra tan baja. Perecieron nueve personas y tanto la Dirección General de Tráfico como la Guardia Civil achacaron estos buenos datos a dos factores: la reducción de la velocidad máxima en las vías convencionales a 90 kilómetros por hora y la liberación de la AP-1. Sin ir más lejos, no hubo que lamentar ningún fallecido en el corredor que une Burgos con Miranda. Lamentablemente, y a pesar de haber estado unos tres meses confinados, ha habido que lamentar ya cinco muertes en lo que va de 2020, tres más que en el mismo periodo de tiempo del ejercicio anterior. 

«No son cifras para alarmarse, porque están en la línea de años anteriores. Lo raro fue el pasado», reconoce Raúl Galán, jefe provincial de Tráfico, quien, por otra parte, no esconde su preocupación por que en esta salida del estado de alarma haya aumentado la siniestralidad. Sin ir más lejos, el pasado sábado se produjeron media docena de accidentes en los que resultaron heridas seis personas. No es de extrañar, por tanto, que la DGT haya apostado por una campaña en la que recuerda el riesgo que se corre si no se va con los cinco sentidos puestos en el volante. 

«Este país no puede soportar más muertes» es el eslogan elegido por Tráfico para concienciar a los ciudadanos de los peligros que hay en la carretera, en clara referencia a la crisis de la covid-19. En los próximos días, la jefatura provincial presentará los detalles que le atañen a Burgos, ya que se espera que el fin de semana se produzca la primera operación salida del verano. «Estamos notando un aumento de las velocidades y también que hay muchos incidentes en los que están implicadas las motos», indica Galán. 

Las razones de este incremento de los accidentes que tanto preocupa en el seno de la DGT son diversos, porque no solo se percibe que los conductores están pisando demasiado el acelerador, sino que también se están produciendo distracciones y también siniestros con vehículos de transporte implicados. «Queremos que la vuelta a la normalidad lo sea también de las costumbres anteriores a la llegada de la pandemia», señala el jefe provincial.  

El riesgo de la n-234. De las cinco personas que han perdido la vida hasta el momento en la provincia, tres lo hicieron en la carretera que une Burgos con Soria. Una vez liberada la N-I, se ha convertido en la vía más peligrosa del territorio. Las principales enemigas son, y esto es algo de lo que llevan alertando los vecinos de los municipios por donde pasa el trazado, las arquetas.

Sin ir más lejos, los tres accidentes mortales que se han producido este año en la N-234 han sido por culpa del alcantarillado. El 13 de marzo, a la altura de Revillarruz, una mujer de 60 años y otra de 59 perecieron tras colisionar el vehículo en el que viajaban contra el muro. El conductor resultó herido grave. Venían de Bilbao y se dirigían a Castrillo de la Reina, de donde era natural una de las fallecidas. El 8 de mayo, en el kilómetro 411 y en circunstancias muy similares, perdió la vida un joven de 31 años vecino de la capital. 

La primera persona que murió en la carretera este año fue un hombre de 64 años, vecino de Cardeñadijo, que terminó volcado cuando circulaba por el kilómetro 11 de la BU-100, a la altura de Villafuertes. Según confirmó la Guardia Civil, no llevaba puesto el cinturón de seguridad. El último siniestro mortal se produjo en la madrugada del 23 de mayo en la AP-1. Un camión arroyó a una grúa que asistía a un vehículo en Monasterio de Rodilla y perdió la vida el operario, un varón de 52 años que se convirtió en la primera víctima de este corredor desde su liberación.

A estas cinco muertes hay que sumarles otras tres no contabilizadas porque se produjeron en vías urbanas y porque fallecieron después de las primeras 24 horas.