La logística camina a pasos agigantados para posicionarse como uno de los principales sectores económicos de Burgos capital por su actividad y por su capacidad de captación de nuevas empresas. Prueba de ello es que en la última década se han anunciado y puesto en marcha una veintena de proyectos que superan los 130 millones de euros de inversión inicial y que han activado más de 525.000 metros cuadrados (m2) de suelo industrial destinados al almacenaje, custodia y distribución de mercancías de todos los tipos y tamaños y con destino al centro y norte peninsular y a los mercados internacionales.
Los retos inmediatos de la capital pasan por una estrategia pública-privada clara de promoción de este sector, por tener suelo disponible y competitivo en precio para acoger grandes implantaciones, por el desarrollo de todo el potencial ferroviario de tráfico de mercancías de los corredores centrales y atlántico y por ir un paso por delante de ciudades que, como Valladolid, Vitoria o Zaragoza, también compiten por este mercado en el norte peninsular.
El último proyecto en sumarse a la lista ha sido el del gigante DHL, líder mundial en logística, que invertirá 24 millones de euros en 42.000 m2 en Villalonquéjar IV. La multinacional alemana, que ya esta presente en el recinto del Centro de Transportes Aduana de Villafría (CTBurgos), protagoniza con su nuevo centro la implantación más ambiciosa de los últimos años.
A ella se suma la iniciativa impulsada por la ingeniería Magna Industrial, que adquirió el pasado año 58.000 m2 en Villalonquéjar IV para un tercer cliente también destinados a desarrollos logísticos de grandes dimensiones. La compra de suelo se ha cerrado por 3,2 millones de euros y habrá que ver qué inversión acoge este espacio repartido entre cuatro parcelas. El proyecto baraja entre 200 y 250 puestos de trabajo. Magna Industrial diseña y construye grandes plataformas logísticas llave en mano para diferentes sectores.
Casi al mismo tiempo, la Junta de Castilla y León ha dado el visto bueno a los 5,3 kilómetros de ramal ferroviario que unirá el Puerto Seco con Kronospan y el Parque Tecnológico, una inversión de 14 millones de euros que facilitará la salida de la multinacional del tablero aglomerado a los mercados internacionales (como el africano y el sudamericano) con dos trenes diarios con destino a los puertos del Mediterráneo, Cantábrico y Atlántico. El ramal, cuyas obras se espera que comiencen a finales del verano, facilitará la implantación de un polo de desarrollo entre Castañares y Cardeñajimeno centrado en el sector de madera y mueble.
Trascendentes son también los 200.000 m2 de suelo logístico que, según lo previsto, saldrán al mercado en el año 2022 en la ampliación de la Aduana, obra presupuestada en 6,2 millones de euros. En este espacio se facilitará la implantación de operadores que demanden naves a partir de los 5.000 m2.
Aunque en el sector se ha lamentado el retraso en el desarrollo de esta ampliación para acoger a tiempo grandes centros de distribución como los de Mercadona, Lild o incluso Seur (que se están implantando en Vitoria y Miranda, respectivamente), la capacidad de atracción de inversión de la Aduana para los próximos 10-20 años es esperanzadora y, según su promotor, CTBurgos, puede oscilar entre los 50 y los 100 millones si, en este último caso, se instalan operadores con mayor sofisticación como los de la logística del frío.
Mientras se desarrollan estas obras de ampliación, que serán adjudicadas en breve, el recinto aduanero llena sus últimos huecos disponibles con el nuevo centro de distribución de paquetería de Correos Express, la cuarta ampliación del almacén frigorífico de Frioes y la ampliación de la electrificación de la playa de vías del Puerto Seco para acoger al pujante negocio del transporte ferroviario de contenedores refrigerados.
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