Diario de Burgos

Orbaneja y el peligro de que «medio pueblo se venga abajo»

F.T.-P.C.P.
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Profesores de la UBU iniciaron ayer un sondeo, sufragado por la Junta, en las traseras de la cascada

Las perforaciones se realizan junto a una de las casas al borde de la cascada. - Foto: DB

¿Se imaginan la cantidad de imágenes de Burgos que dejarían de circular si desaparece la cascada de Orbaneja del Castillo? Pues aún tratándose de una pérdida turística irreparable, sería el menor de los males para los vecinos de esta bella localidad que viven desde hace años sobre un inestable precipicio y por los que nadie parece preocuparse. «Es un problema real. Se puede venir medio pueblo abajo», alerta el vicealcalde, Raúl García.

Con los profesores de la Universidad de Burgos Sergio Ibáñez y José Ángel Porres al frente, ayer se iniciaron unas catas para obtener material que permita determinar con exactitud cuál es el estado del terreno y las posibles actuaciones para consolidar la ladera. Las perforaciones se realizan junto a una de las viviendas que se localiza en el borde de la cascada, justo enfrente de donde se ha producido uno de los desprendimientos más importantes. Ha habido al menos dos «serios» en los últimos 20 años, confirma García, suficiente aviso en su opinión para poner en guardia a las administraciones. Sin embargo, asegura que ni el delegado de la Junta ni el subdelegado del Gobierno se han interesado por la situación de este carismático lugar de la provincia, pese a los escritos remitidos. La Administración regional sí se ha comprometido a sufragar el sondeo que ahora se está realizando pero el concejal entiende que tendría que ir más allá, por cuanto se trata de un espacio natural único en toda la comunidad.

La Junta Vecinal se ve desamparada y sin recursos para sufragar el estudio y la solución que se decida como más conveniente para garantizar la seguridad de residentes y turistas. Tampoco el Ayuntamiento del Valle de Sedano, «tiene muchas pedanías», apostilla el concejal de Orbaneja.

Raúl García agradece la implicación de los expertos de la UBU, que han respondido con generosidad al llamamiento de Orbaneja del Castillo. Los resultados de su estudio se pondrán en común con los del Instituto Nacional de Minería y Geología de España, que en febrero desplazó un equipo para, ayudados de un dron, realizar numerosas mediciones en la zona de la cascada. Además, dejaron instalados equipos para hacer un seguimiento sobre el grado de humedad, temperatura y pluviometría.

El problema de esta zona de Orbaneja es que está asentada sobre toba calcárea, una piedra caliza muy porosa que con el agua se viene abajo fácilmente. De hecho, los últimos desprendimientos han sido en época de fuertes lluvias.