El alcalde de Burgos ha neutralizado por ahora las protestas que los anticuarios y vendedores de efectos de segunda mano tenían previstas para mañana a la 12 frente al Ayuntamiento para reclamar la reapertura del mercadillo de la Plaza España. Daniel de la Rosa ha convocado para el lunes una reunión con el colectivo, después de que los comerciantes denunciaran a través de estas páginas que la concejala Dolores Ovejero se negaba a reunirse con ellos tras tres solicitudes para hacerlo.

Desde el domingo 20 de septiembre, el mercadillo de la Plaza España lleva suspendido por orden municipal. Según un informe de la Policía Local, en dicho rastrillo no se cumplía con las medidas de seguridad a pesar de que admitía que la distribución de los puestos tras la reapertura en verano era la adecuada. Sin embargo, agregaban que los comerciantes no colaboraban lo suficiente para informar de las medidas a tomar y que muchas veces no se guardaban las distancias de seguridad.

A los comerciantes, Toño Gallego es su portavoz, les chirría que en dicho informe el Cuerpo subrayara que algunos de los productos que se ponen a la venta son de dudosa procedencia y que en torno al mercado hay grupos de gente que no realizan ninguna compra y que pueden estar desarrollando de forma paralela y de manera no visible otro tipo de actividad «seguramente no lícita». De ser así, algo de lo que estos vendedores no tienen noticia, «lo que debería hacer la Policía Local es identificar a posibles sospechosos, incautar mercancía o avisar a la Comisaría». «Nosotros no podemos hacer de policías», remacha la misma fuente.