Este verano ha faltado sombra en Neila. Hubo que talar los chopos del  paseo de Campo, muy concurrido por los mayores al ser uno de los pocos que no está en cuesta. La mayoría de los ejemplares de la hilera se encontraban en tan malas condiciones que había riesgo real de accidente. Pero lejos de perder unos árboles, la zona ganará un bosque completo y de mayor riqueza ambiental.

La asociación Los que están por la labor ha promovido junto a la Casa del Parque Natural Lagunas Glaciares de Neila y el Ayuntamiento del municipio la creación de un jardín botánico en el que crecerán especies autóctonas, como tejos, serbales de cazadores, acebos, mostajos, cerezos silvestres, pinos albares, hayas, robles, rebollos, arces, tilos, encinas y manzanos silvestres.

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La parcela municipal, entre el punto limpio y el Hotel Villaneila, ha sido vallada por un grupo de voluntarios este puente del Pilar y en próximas fechas se procederá a la plantación. La idea pasa por convertirla en una zona de recreo y concienciación ambiental para neilenses y turistas, con zonas de descanso, un hotel de insectos y refugio para murciélagos y paneles explicativos de cada especie. La actividad se encuadra en el Programa de Voluntariado Ambiental de la Fundación Caja de Burgos y la Obra Social La Caixa, y ha venido acompañada de otras propuestas como la construcción de cajas- refugio para algunas de las especies de murciélagos presentes en el entorno de Neila y la suelta de varias aves procedentes del Centro de recuperación de animales silvestres de Albillos (CRAS): un cernícalo común (Falco tinnunculus), un buitre leonado (Gyps fulvus) y dos lechuzas (Tyto alba). Antes, mayores y niños pudieron conocer sus características y los beneficios que aportan al hábitat de la zona por parte del agente medioambiental y el educador ambiental de la Casa del Parque.