El Ayuntamiento de Burgos mantuvo ayer una reunión con Telefónica, Orange y Vodafone para trasladarles una propuesta que permita, tras años de desencuentros, llevar la fibra óptica (internet de alta capacidad) al centro histórico de la ciudad. El planteamiento municipal, según detalló al término del encuentro la concejal de Comercio, Dolores Ovejero, pasa por una solución parcial en la que se permitiría a las compañías «tirar un cable por fuera de la fachada» y que luego «la distribución se complete por el interior de los edificios».

El Ejecutivo socialista, que estuvo representado en la reunión, además de por Ovejero, por los concejales de Licencias e Ingeniería Industrial, Daniel Garabito y Adolfo Díez, estuvieron alineados con los responsables técnicos de ambas áreas en el sentido de que el Ayuntamiento puede ser flexible pero siempre que se cumpla con lo marcado por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Es decir, no tolerará el cableado vertical por las fachadas de los inmuebles.

La reacción de las operadoras fue prudente, agradecieron los «avances», aunque los siguen considerando mínimos, y, en cualquier caso, se comprometieron a «estudiar» la propuesta del Ayuntamiento. Una vez analizado será cuando puedan dar una respuesta.

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