Esgrimista de alto nivel, estudiante de un grado universitario de Marketing y Dirección Comercial y reciente campeón nacional de espada. Álvaro Ibáñez lamenta haberse quedado fuera de Pekín, aunque su mirada ya está centrada en los próximos Juegos Olímpicos, los de París. Destaca la importancia del factor psicológico en un deporte como la esgrima y asegura que el trabajo mental que ha realizado esta temporada ha sido clave para que llegaran los éxitos.
¿Qué supone haber conseguido revalidar el campeonato de España?
Hace pensar que estamos en el buen camino para alcanzar objetivos más ambiciosos. Conseguirlo de nuevo renueva mi ánimo para seguir trabajando y pensar en objetivos internacionales.
¿Es la recompensa a la labor diaria?
Sí, más si cabe en esta etapa tan complicada que estamos viviendo en la que los entrenamientos son atípicos y nos hemos tenido adaptar a la situación. En mi caso he estado trabajando otros aspectos como lo psicológico. Las sesiones son más breves y hay que aportar más calidad al haber menos cantidad.
¿Ese trabajo mental fue clave en los momentos decisivos del Nacional?
Seguro. Tanto en el Campeonato de España como en otras competiciones nacionales me ha ayudado bastante ese trabajo psicológico que estoy realizando para hacer frente a fases difíciles que puede haber en un asalto como por ejemplo me pasó en la semifinal y en la final. Gracias a esa preparación puedes desarrollar tu esgrima y sales mejor del paso.
La igualdad en la esgrima de elite es notable, ¿son esos detalles los que hacen que la balanza caiga de un lado u otro?
Cuando estás en un alto nivel lo que marca la diferencia es la fortaleza mental que tengas, la seguridad en tu trabajo y cómo lo plasmes en la pista.
Viendo el nivel que ha mostrado, ¿duele aún más no haber logrado el billete a los Juegos Olímpicos?
Sin duda es una pena. Lo hemos intentado de todos los medios sobre todo a nivel de equipos, que nos quedamos muy cerca. Habrá que seguir trabajando duro para que en los próximos Juegos podamos estar.
¿Participar en unos Juegos es el broche de oro para cualquier deportista?
Es el broche de oro máximo que se le puede poner a cualquier carrera deportiva. Solo ir supone un mérito espectacular porque te sitúa entre los mejores, más siendo de Europa, donde la clasificación es más exigente. Es el mejor trofeo a un vida de esfuerzo y dedicación al deporte.
Ese sueño sigue entre sus tareas pendientes.
Sin duda. Lo puedo conseguir, estoy en el camino y estoy trabajando duro para ello. De cara al próximo ciclo voy a dar todo de mí y junto a la Federación estamos elaborando planes para preparar de la mejor manera posible los próximos dos años en los que nos jugaremos nuestra presencia en París.
¿Está en el mejor momento de su carrera?
Creo que sí. Me siento un deportista más maduro y más formado. Física y mentalmente estoy en el mejor momento. Eso no quita que pueda seguir mejorando y confío en que puedo mejorar mucho más.
¿Cuando uno llega a un nivel tan alto dar un paso adelante esa cada vez más costoso?
Una vez que estas en un alto nivel los pasos cuestan más y hay que darlos con mayor firmeza. Pero en ese trabajo estamos y el objetivo es avanzar poco a poco para estar cada vez más arriba. Eso por ejemplo pasa por mejorar en lo psicológico, ya que te enfrentas a gente con una enorme dosis de experiencia que los que somos más jóvenes aún no la tenemos.
Pese a ser joven, ¿ha ganado en aplomo durante los asaltos más exigentes?
Creo que sí y eso se nota sobre todo en competiciones internacionales, cuando tienes asaltos complicados. Tener esa experiencia y haber vivido esas situaciones te da muchas tablas para salir bien parado.
¿Le cuesta combinar el deporte de alto nivel y los estudios?
Estoy estudiando un grado universitario de Marketing y Dirección Comercial y resulta complicado porque el día a día e incluso el calendario lo tenemos siempre muy ocupado. Pero afortunadamente estudio en una universidad como la UCAM de Murcia que me da la posibilidad de combinar ambas facetas de mi vida. Suelo planificar de forma exhaustiva mi tiempo y eso también me ayuda.
Está a un paso de las vacaciones. ¿Tan importante es entrenar como desconectar para recargar las pilas?
Siempre viene bien, sobre todo en deportes como el nuestro en el que la exigencia psicológica es muy alta y eso te genera un poco de estrés. Si además lo quieres compaginar con estudios como es mi caso... Eso hace que las vacaciones las cojas con unas ganas tremendas. Esa desconexión es muy necesaria.
¿Cuáles son sus planes más inmediatos?
Seguiremos con los entrenamientos y es que estamos en el proceso de los siguientes Juegos Olímpicos. Hay que seguir mejorando. Aprovecharemos la ocasión de que otros equipos nacionales tienen que preparar los Juegos Olímpicos y han querido contar con nosotros para ayudarles. Para nosotros es una buena oportunidad trabajar junto a gente de otros países para seguir desarrollándonos.Estaré en Suiza hasta el 18 de junio. Del 28 de junio al 3 de julio estaremos en Hungría también concentrados. A partir de mediados de julio tendré vacaciones hasta mediados de septiembre. En ese periodo tenemos que mantener cierta actividad física, aunque para mí no es un problema porque me gusta practicar mucho deporte en verano.