Diario de Burgos

Castrillo de la Reina ofrece trabajo en el supermercado

P.C.P.
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La actual inquilina se jubila con «mucha pena», porque «funciona bien» y la gente es «majísima»

Clientes en el interior del local, amplio y bien acondicionado. - Foto: F2Estudio

Castrillo de la Reina ofrece una oportunidad laboral en su tienda de alimentación. La actual inquilina, Mariví, se jubila después de dos años al frente de un negocio que «funciona bien» y el Ayuntamiento no quiere perder este servicio para los vecinos, por lo que arrienda el local en condiciones ventajosas y con una renta mínima.

Según detalla el alcalde, Galo Contreras, son 100 euros de alquiler al trimestre (400 todo el año), más los gastos de agua, luz y basuras. La duración del contrato se puede acordar entre las partes, así como la revisión del canon trimestral. Los interesados pueden llamar al 947-391082 en horario de Secretaría o escribir a las direcciones de correo electrónico alcaldiacastrillo@hotmail.com o castrillodelareina@diputaciondeburgos.net.

Este supermercado y despacho de pan se ubica en el número 11 de la calle La Cruz, al pie de la travesía de la CL-117. «Me da una pena dejarlo que no lo sabe nadie y espero que alguien me pueda dar el relevo, porque si se cierra la tienda se muere el pueblo», apunta Mariví, que tiene previsto echar la persiana definitivamente el 28 de febrero. Cuando han estado los bares cerrados, la tienda ha sido el punto de encuentro de muchos vecinos. «No dejan de decirme: ‘¡Ay, ahora qué vamos a hacer!’», comenta.

No duda en animar a alguien para darle el relevo. «Se trabaja 4 horas al día y se gana más que con un sueldo de dependienta», asegura para alabar tanto a su clientela como a los proveedores, que permiten disponer «por pedidos de todo lo que se quiera» y le han hecho trabajar muy a gusto estos dos años.

En el Ayuntamiento confían en poder encontrar una persona dispuesta a mantener abierto el supermercado. De lo contrario, estudiarían la posibilidad de organizar un servicio de viajes a Salas de los Infantes, al menos dos días de la semana, para que los vecinos pudieran hacer compras, ir al médico..., similar al que disponen en otros pueblos como Hacinas, Gete, La Gallega. Sin embargo, prefieren «esperar» para no restar clientes potenciales a quien se quede con la tienda.