Calidad o cantidad. Se trata de un dilema muy frecuente en distintos ámbitos. También en la viticultura. En plena campaña de solicitud de nuevas plantaciones de viñedo en la Denominación de Origen Ribera del Duero, el director de Asaja Burgos, Esteban Martínez, pide una "reflexión a fondo" sobre la conveniencia de mantener el ritmo de cultivar en torno a 900 hectáreas anuales o quizá "dosificar un poco las fuerzas". 

Martínez subraya que en este asunto hay diversidad de opiniones entre los socios de la asociación agraria. "Quizá haya margen para seguir plantando, pero con cautela. Son muchas las hectáreas que cada año se suman a la producción", advierte, insistiendo en la necesidad de pararse a pensar y reflexionar a tiempo. 

"En Ribera sería un error apostar por la cantidad. El punto fuerte es la calidad y esa debería ser la postura, para que la denominación de origen siga manteniendo su prestigio a lo largo de los años", sostiene. En este sentido, subraya que en La Rioja limitaron las plantaciones y, a su juicio, les ha funcionado. "Deberíamos fijarnos en quienes lo hacen bien", precisa. En el lado contrario se sitúa Rueda, donde "lo están pasando mal y tienen las bodegas a tope". Así las cosas, Martínez pide "espabilar en cabeza ajena" y sopesar muy bien qué hacer antes de que se le pueda volver en contra al sector. 

El presidente de Asaja Burgos también destaca la incertidumbre que reina en las bodegas tras acumular "mucho stock" y debido también a las restricciones impuestas a la hostelería para frenar los contagios por coronavirus. "Se han salvado los muebles. Las bodegas han recogido la producción, pero de cara a la próxima campaña puede haber problemas", avisa. 

En cualquier caso, Martínez aplaude que la vendimia transcurrió "con normalidad" pese a la complicada situación epidemiológica y recalca la importancia de "mantener esas condiciones dignas" para los trabajadores haya o no pandemia. 

"Hay gente que hace las cosas bien, no todos hacen uso de malas prácticas, ni tienen a sus empleados en barracones como a veces se cree", zanja al respecto. 

Menos solicitudes. Desde Asaja Aranda indican que esta campaña han recibido menos solicitudes para nuevas plantaciones de viñedo en el ámbito territorial de la Denominación de Origen Ribera del Duero que en años anteriores ya que el límite se ha establecido en cien hectáreas y cada solicitante puede aspirar a cinco. 

La asociación de la capital ribereña informa que, excepcionalmente, se ha ampliado el plazo de la presente campaña hasta el 1 de marzo. Asimismo, apuntan que entre los criterios que se deben cumplir para lograr una autorización de cara a plantar más viñas figura contar con el documento liquidado de impuestos de las parcelas antes del 15 de enero. 

Pero no sólo eso. Los interesados también tienen que tener en cuenta que si la parcela aparece en el Sigpac como PA, PR o PS, deben contar con la resolución de autorización para el cambio de uso forestal antes de mediados de enero. Asimismo, se requiere que las fincas solicitadas estén declaradas en la PAC de 2020 o dadas de alta en el Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León (Reacyl). 

De igual forma, se pide cumplir con alguno de estos apartados: tener cinco años en los últimos diez de alta en el Régimen de la Seguridad Social de la actividad agraria, cumplir cinco años como titular de explotación en el Reacyl, cumplir cinco años como titular en el registro vitícola o la comprobación de haber tenido ingresos agrarios durante cinco años. 

A todo ello se suma que el solicitante posea una explotación agraria prioritaria, que tenga estudios de capataz agrícola o una formación profesional de técnico de viticultura, además de un curso de incorporación a la empresa agraria.