Diario de Burgos

Alta tensión por un contrato millonario

J.M.
-

La pugna por gestionar la limpieza viaria y recogida de basura, que generará en 10 años unos ingresos de 180 millones a la empresa ganadora, desata acusaciones de fraude por parte de Semat (ya excluida) y un tirón de orejas del Tarcyl al interventor

La empresa Semat lleva más de 40 años realizando la recogida de basura de la ciudad. - Foto: Patricia

Si la semana pasada se conocía que el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León (Tarcyl) había desestimado el recurso de la empresa Semat a su eliminación del proceso de licitación del futuro contrato de limpieza viaria y recogida de residuos, ahora se sabe que, además, los miembros del tribunal también afearon en su escrito al interventor municipal la posición que adoptó cuando, en la mesa de contratación, defendió que la actual adjudicataria del servicio continuara en la pelea por el mayor contrato de todos los que licita el Ayuntamiento (los 10 años de vigencia están valorados en casi 180 millones de euros).

Es cierto que el Tarcyl pasa de puntillas por esa situación, pero no elude hacer una mención a la postura del interventor en su voto particular, ya que en uno de los párrafos de la resolución afirma que «se desconoce por completo su motivación o la razón de ser de sus discrepancias». Añade después que «no se trata de sustituir una puntuación por otra, ni que este Tribunal entre a valorar criterios técnicos y otorgue otra puntuación».

Viene al caso recordar que en aquella mesa de contratación saltó la sorpresa cuando el interventor no solo se opuso a la decisión de los técnicos que habían valorado las ofertas sino que, de manera inusual, presentó su propia propuesta. En ella hacía una valoración completamente distinta y señalaba correcciones en la puntuación de 7 de los 9 apartados. En todos los casos al alza y con los que Semat, según su opinión, debería obtener 30,70 puntos. Es decir, los suficientes para superar la primera criba. Pero es que no hizo ninguna corrección en la valoración de la otra eliminada (OHL) ni en las de las empresas ya clasificadas. Sobre las que, por cierto, hoy se sabe cuáles han sido sus ofertas económicas.

El Tarcyl afirma en la resolución que «este Tribunal presume que las valoraciones incluidas en cada uno de los apartados del informe técnico se han realizado con objetividad, aplicando un nivel de exigencia idéntico para todas las ofertas y justificando adecuadamente la puntuación» y añade que «no se ha acreditado que la puntuación otorgada quede sin justificar, al contrario de lo que señala el recurso de manera reiterada».

La culpa, del mensajero. La resolución del Tarcyl, a la que ha tenido acceso este periódico, muestra otros detalles que evidencian la lucha encarnizada por este contrato millonario, como el de la pretensión de Semat de que se excluyeran al resto de licitadores y, de manera particular, la petición de que su oferta fuera evaluada por otro técnico ante «las sospechas de beneficio a Urbaser» (...).

(Información completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de este viernes)