Con la Administración hemos topado, amigo Sancho, podría suplantar en el siglo XXI a la famosa frase de Don Quijote. La palabra pereza se dibuja en la mente de cualquiera que tenga asuntos pendientes con la burocracia. Y, mala fortuna, la pandemia obliga a muchos sectores a verse las caras con ella. También al de la cultura. Aprender a moverse entre ese papeleo es el objetivo del curso Cómo solicitar con éxito becas y subvenciones en el campo de la gestión cultural, dentro del programa UBUAbierta de la Universidad de Burgos. Es la tercera edición de una propuesta que en los extraños tiempos actuales aflora más necesaria que nunca, aunque su directora, Elvira Rilova, aclara que siempre lo es.
«Es útil ahora y siempre, aunque sí es verdad que, en estos momentos, con la crisis de la covid incluso han salido nuevas subvenciones», anota sobre este taller, a celebrar del 29 de enero al 25 de febrero, que busca brindar a artistas, gestores culturales y comisarios las armas necesarias para bregar con este tortuoso mundo y salir victoriosos.
«Intentamos dar una serie de directrices para que cualquiera que se dedique al mundo de la cultura tenga unas bases prácticas para enfrentarse a solicitar una ayuda, subvención o residencia para artistas», ahonda la gestora cultural, directora de la Feria del Libro de Artistas de Castilla y León-Librarte e integrante de la Asociación de Mujeres en las Artes Visuales. Los asistentes accederán a directorios de páginas web donde se ofertan estas ayudas de distinta naturaleza y conocerán programas más desconocidos como las oportunidades que ofrece la Unión Europea.
Rilova sabe de primera mano que esta parte es la más áspera a la que se tiene que enfrentar un artista, que, en muchas ocasiones, debe robar horas a su trabajo creativo.
«Cuando te enfrentas a las subvenciones que vienen de instituciones públicas es complicado porque utilizan una terminología farragosa y siempre hay que justificar un montón de documentación. No es fácil ni para los que nos dedicamos a ello», admite Rilova y, aunque señala que hasta los más duchos deben acudir a un gestor para encontrarse en ese laberinto, también tranquiliza: «Es una cuestión de práctica. En el momento en que hayas redactado varios proyectos es mucho más sencillo».
Pero no toda la responsabilidad es de una parte. La otra también tiene la suya. Ahí hace hincapié este curso. «Cosas tan sencillas como leerse bien las bases, interpretarlas y presentar una propuesta ajustada y adecuada a las necesidades de lo que te están pidiendo a veces no se cumple, aunque parezca increíble. Hay quien se apunta a un bombardeo sin saber de qué va», advierte y matiza que leer bien y entender qué se pide en las convocatorias es otra de las claves del éxito.
En el curso se cuela el impacto de la covid. No podía ser de otra manera. Repasarán los apoyos disponibles ahora mismo y abocetarán qué puede deparar el futuro. «Cuando se liberen presupuestos, espero que veamos una explosión de ayudas para este sector que ha sido tan castigado», desea.
Pero las ayudas no son el único salvavidas que puede encontrar el sector cultural. Hay iniciativas privadas que resultan incluso más efectivas. También se pondrán sobre la mesa. El mecenazgo es una de ellas. Y el micro sigue en boga. Se hablará de esponsorización empresarial, que, normalmente es en especie; y de plataformas de micromecenazgo, de las más conocidas que aúpan proyectos concretos a otras como Patreon, que permite el patrocinio a largo plazo de un creador en el que se confía y con el que se establece una relación estable.
Visión de género. No ha empezado uno y ya está planificando otro. Rilova y Rubén Gutiérrez Priego, uno de los profesores junto a Eduardo Díaz San Millán, preparan para febrero un curso sobre proyectos culturales con visión de género. Nace a raíz del éxito del de, también de UBUAbierta, la historia del arte a través de las mujeres artistas.