Uno de los objetivos que persigue la nueva Ordenanza de Movilidad con la reducción de las velocidades máximas en más de mil calles es, entre otras cosas, pacificar el tráfico de manera que se reduzcan los accidentes y tanto peatones como ciclistas tengan un mayor protagonismo. Las cifras de atropellos se han mantenido muy estables en los últimos años, si bien es cierto que se han producido picos alarmantes y la Policía Local ha tenido que concienciar a los ciudadanos -tanto a los que van a pie como en coche-, para que tengan más atención a la hora de cruzar y, sobre todo, respeten las zonas habilitadas para ello. Y es que si bien la gran mayoría de estos incidentes tienen lugar en los cebreados, cabe resaltar que tres de cada diez se producen fuera.
Según los datos facilitados por la concejalía de Seguridad Ciudadana, en lo que va de año se han contabilizado en la capital 49 atropellos, 37 de ellos se han producido en pasos de cebra y los 12 restantes fuera de ellos. Son casi la mitad de los que tuvieron lugar a estas alturas en 2019 (88). La proporción de siniestros registrados en los cebreados (61) y en otros lugares no habilitados para los viandantes (27), fue muy similar.
Obviamente, la llegada de la covid-19 en marzo, que obligó a la población a confinarse en sus casas durante cerca de tres meses, vació las calles de coches y peatones, por lo que ese notable descenso es achacable a esta coyuntura. No obstante, desde el Ayuntamiento de Burgos defienden también que los resultados son fruto de esa reducción de las velocidades máximas a 30 kilómetros por hora en las vías de un único carril por sentido. La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, resalta también el aumento de los controles, no solo en estas calles, sino en toda la ciudad. «Hemos conseguido tener un tráfico más tranquilo. Creo que las medidas que se han previsto en la Ordenanza han favorecido a esta situación».
Por el momento, los datos avalan esta explicación, pues en las últimas semanas, una vez colocadas las nuevas señales de velocidad máxima en gran parte de la capital, se han producido la mitad de atropellos (6) que en el mismo periodo de tiempo del año pasado (13).
No existe una zona específica de la ciudad en la que los atropellos son más frecuentes, pero las cifras de este 2020 sí que muestran una serie de vías donde este tipo de siniestros ha sido más frecuente. La calle Vitoria y la avenida Islas Baleares encabezan la lista con tres siniestros cada una. Otros emplazamientos donde ha habido más de un percance han sido la calle Madrid, Batalla de Villalar (frente al Instituto Comuneros) o Conde de Gualahorce (perpendicular al Paseo del Empecinado). El Consistorio no tiene una explicación para que se repitan estos accidentes, si bien basta con recorrer estos lugares para entenderlo. Casi siempre se junta la gran velocidad de algunos vehículos, la baja visibilidad y la imprudencia de peatones que cruzan fuera de los pasos de cebra.