Si se suman alcohol y fiesta, la probabilidad de que en el servicio de emergencias 112 tengan una noche ajetreada es bastante alta. Por eso, en un año en el que la gente ha estado encerrada en casa durante casi tres meses y los bares han mostrado una cara muy diferente a la de antes de la covid-19, era de esperar que el número de peleas en la ciudad bajara considerablemente. No tanto como cabría esperar, pues si cogemos los datos facilitados por la sala de avisos de Castilla y León y los desgranamos mes a mes, vemos que solo durante el Estado de Alarma se nota un bajón considerable. En la época de libertad, el número de trifulcas fue muy similar al de otros años. Fueron 103, cincuenta menos que en 2019. Más de la mitad, se produjeron en las zonas de ocio.
Si hace dos años Las Bernardas adelantó a Las Llanas como la zona de ocio más conflictiva de la ciudad, el extraño 2020 fue completamente opuesto. El entorno de La Flora y Fernán González acumuló una veintena de altercados y un total de 22 heridos. Fueron aproximadamente diez menos que el ejercicio anterior. Se aprecia que los problemas volvieron a este entorno, muy mermado por las restricciones del virus, a partir del mes de junio.
Donde sí se produjo una considerable caída de las reyertas fue en Las Bernardas. Cabe recordar que en esta plaza se ubican especialmente pubs con licencia nocturna y que en verano ya comenzaron los primeros escollos para estos negocios, pues el horario quedó reducido hasta las dos de la mañana. Si en 2019 el 112 recibió más de una treintena de avisos, el pasado año solo fueron doce. Aproximadamente la mitad se produjeron los meses de enero y febrero.
Obviamente, también bajaron las peleas en la manzana que conforman la Plaza Roma y la calle Alejandro Yagüe, conocida como Las Bernardillas, en Gamonal. No obstante, tampoco se produjeron muchas menos que en 2019. Fueron doce, cuando el año anterior se contabilizaron 17. La principal diferencia con respecto a lo que venía siendo habitual es que no hubo trifulcas a primeras horas del día. Todo lo contrario. Las llamadas al centro de emergencias llegaron al final de la tarde y a medianoche, lo que muestra el cambio en los modos de ocio nocturno.
Incluso en la estadística de peleas se puede ver cómo se desarrolló un año tan diferente. El barrio de Vadillos, en el entorno de la calle San Francisco, se ha puesto de moda en los últimos años. Más aún teniendo en cuenta que muchos jóvenes que hacen botellón en la explanada del Castillo bajan cuando cae la noche. El año pasado se contabilizaron cinco peleas.
A estos altercados hay que sumarles todo lo ocurrido durante el último trimestre en la zona de Venerables y que también está reflejado en los datos facilitados por el 112. A la sala llamaron en tres ocasiones para atender a tres heridos. Cabe recordar que allí solían darse cita grupos de chavales que previamente habían quedado por redes sociales para pegarse. La Policía tuvo que reforzar su presencia.