Diario de Burgos

Les piden 10 años de cárcel por un secuestro a mano armada

F.L.D.
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Dos hermanos se sentarán en el banquillo por retener a un hombre en un coche y amenazarle con un arma de fogueo. Todo empezó porque uno de ellos no encontraba una piedra de hachís

El juicio se celebrará a finales de marzo en la Audiencia Provincial - Foto: Alberto Rodrigo

Lo que empezó como una tarde de bares entre amigos y conocidos terminó sorprendentemente en un secuestro a mano armada. Fue tan rocambolesco que la pistola utilizada para cometerlo era de fogueo. Ahora, los dos presuntos autores de este delito se tendrán que sentar en el banquillo acusados de detención ilegal. El Ministerio Fiscal pide para cada uno de ellos cinco años de prisión y 1.000 euros por el daño moral causado a la víctima.

Según el relato de la acusación pública, el 29 de mayo de 2017 uno de los acusados, R.G.M., quedó con otras dos personas en Cortes, donde estuvieron en varios bares. Posteriormente, los tres se fueron a Villafría a otro establecimiento hostelero, donde permanecieron un rato. En un momento dado, uno de ellos se marchó precipitadamente y el procesado se quedó con el que a la postre se terminaría convirtiendo en la víctima del secuestro.

El procesado echó en falta una piedra de hachís y comenzó a ponerse nervioso. Tal y como se había producido la escena, sospechó del tipo que segundos antes se había marchado de allí sin previo aviso. La situación se complicó hasta el punto de que R.G.M. sacó del bolsillo de atrás del pantalón un revólver detonador con el que apuntó a su acompañante, que no tenía ni la menor idea de que aquel arma era de fogueo, y le amenazó con matarle si no encontraban al que, supuestamente, se había fugado con la droga.

La tensión siguió subiendo. Tanto, que el acusado llamó a su hermano J.J.G.M., quien también se sentará frente al juez, y éste se presentó allí minutos después a bordo de un turismo. Ambos obligaron a la víctima a subirse al coche para que les acompañase a buscar al hombre que supuestamente le había robado el hachís. R.G.M. no dejó de apuntarle con la pistola en ningún momento. Le decía, según la Fiscalía, que no se olvidase de que lo llevaba si se lo ocurría salir corriendo. Los tres recorrieron varias calles de la capital burgalesa para finalmente dirigirse a un domicilio de la avenida de los Derechos Humanos, donde pensaron que podían encontrarle.

En un momento del trayecto, el hombre que estaba siendo detenido ilegalmente logró contactar con su hermana por teléfono y de forma disimulada la pidió que llamara a la Policía. A los pocos minutos, se presentaron allí varias dotaciones que le liberaron y detuvieron a los dos acusados. Según el escrito de acusación, los dos tenían antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia.

El abogado de los dos hermanos solicita la libre absolución y considera "desmedida e injusta" la pena que ha planteado el Ministerio Público. Según defiende, la víctima estuvo con ellos toda la tarde de manera voluntaria, sin que en ningún momento le amenazaran y mucho menos secuestraran. Asegura, además, que "no existe ninguna prueba" al respecto. La versión que sostiene es que la persona supuestamente retenida había pasado toda la noche de fiesta y se quedó con sus representados para evitar una comida familiar. Se extraña, por otro lado, que hubiera sido capaz de llamar por teléfono a su hermana si sus raptores no le quitaban el ojo de encima. "Hubiera sido más lógico emplear el móvil para grabar un vídeo o un audio para demostrarlo", concluye.