Lo abultado de las listas de espera era el principal problema del HUBU antes del estallido de la pandemia y lo sigue siendo ahora, cuando las cifras oficiales evidencian que la situación dista mucho de haber mejorado. Mientras que la quirúrgica se mantiene en 5.400 personas, la relativa a las consultas externas se ha engrosado en el último año con 534 personas y ya son 27.079 las que están pendientes de una primera cita con un especialista del hospital de Burgos.

Es la primera vez que se registra una demora semejante en las consultas externas del complejo asistencial en exclusiva, si se sumaran los datos de Aranda y Miranda el total de la provincia sería de 34.969 personas (3.531 y 4.359, respectivamente). Ninguna otra provincia de Castilla y León cerró el 2020 con semejante lista de espera para las consultas externas y, en cuanto a los hospitales, el HUBU supera con creces al siguiente con peores datos, que es el complejo asistencial de Salamanca (20.698, un total extensible a toda la provincia porque solo hay hospital en la capital). El vallisoletano Río Hortega, por ejemplo, tenía una situación bastante similar a la del HUBU al final de 2019 y ahora ha conseguido menguar la demora para una primera cita a menos de la mitad (11.302 pacientes).

La diferencia en el balance del Río Hortega y el HUBU, que son dos hospitales muy semejantes por número de especialidades y volumen de pacientes, podría estar en cuántas primeras citas haya aplazado, suspendido o no tramitado cada centro con motivo de la pandemia, lo cual indicaría que, pese a todo, el hospital burgalés trató de mantener el mayor volumen posible de actividad. Este periódico trató de obtener ayer una valoración al respecto por parte de la dirección del hospital capitalino, pero no fue posible.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)