El presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tachó ayer de «inaceptable» que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «deje la puerta abierta a la amnistía y la autodeterminación» de Cataluña, en el marco del proceso negociador para el futuro Ejecutivo, y exigió «un portazo rotundo» a estas peticiones. «Desde aquí siempre alzaremos la voz para defender la nación española, los principios constituciones de libertad e igualdad y progresar en convivencia en todo el territorio», exclamó, durante su participación en la apertura del curso político del PP de Burgos, en el que estuvo acompañado, entre otros, del presidente de la formación en la provincia, Borja Suárez.
Ante decenas de afiliados y simpatizantes que asistieron a una comida popular en Modúbar de la Cuesta, Mañueco consideró que «ahora más nunca es más necesario seguir trabajando por el PP, al lado de Alberto Núñez Feijóo», al que comprometió el apoyo del PP regional este lunes en la Junta Directiva Nacional. «Le diremos que cuenta con nuestro apoyo para la investidura del 26 de septiembre. Ha dicho que no aceptará chantajes y es lo que le pedimos. Defensa de la libertad e igualdad en toda España», señaló el jefe del Ejecutivo autonómico, quien acusó a Sánchez de «retorcer el sistema para cambiar la Constitución por la puerta de atrás, debatiendo con unos pocos, que son los que quieren acabar con la nación española».
Mañueco acusó al Gobierno central de ser «experto en generar división, con privilegios para algunos, una seña de identidad de Sánchez y sus socios radicales». Castilla y León, prosiguió, «ha contribuido a lo largo de la historia, con esfuerzo y trabajo, a la construcción de España como nación; y lo seguiremos haciendo, con más protagonismo en los próximos años y sin escondernos. Nos sentimos orgullosos de nuestra tierra, pero también de ser españoles, que es lo que somos», expuso, ante el aplauso generalizado de los presentes.
En este punto, insistió en que Castilla y León es «leal y solidaria» y consideró que esa lealtad «debe ser reconocida, nunca una desventaja frente a los que no creen en la nación española y su unidad». Así, alentó a «defender siempre» el país y la «igualdad de todos los españoles, en todos los territorios y condiciones, en derechos, libertades, servicios públicos y oportunidades». «Eso es lo que vamos a hacer», comprometió, para recordar que desde 1978 existe «un sistema democrático, garantizado por la Constitución, un marco de convivencia y un modelo autonómico, desarrollado después por los estatutos», en un procedimiento que «dio sus frutos y se alcanzó con consenso».
Gobierno de la Junta.
Por otro lado, el presidente autonómico del PP presumió de liderar un Gobierno «tranquilo, útil y eficaz», que «ha derrotado al ruido del sanchismo» en un año electoral «intenso», en el que la Junta, prosiguió, «asegura la estabilidad y la confianza», según informa Ical.
Mañueco constató que es una «persona de palabra» y mencionó la «bajada de impuestos y la fiscalidad más baja de la historia, el cheque-bebé, las ayudas a la hipotecas, la subida de becas, la bajada de tasas universitarias y la educación gratuita para niños de 1 a 3 años».