Diario de Burgos

San Bruno vuelve a sonreír

I.L.H. / Burgos
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La Cartuja celebra este viernes el día de su fundador incorporando a su colección una obra de Fran del Hoyo que se expone estos días en la iglesia. Además, en lo que va de año han aumentado en cerca de 6.000 las visitas respecto a 2022

El cuadro tiene gran valor sentimental tanto para su autor, Fran del Hoyo, como para los cartujos. - Foto: Jesús J. Matías

Para un artista, la escultura de san Bruno que talló Manuel Pereira es una pieza de la que siempre se puede aprender, una obra que no solo conmueve por la expresividad de la mirada que persigue al espectador, sino que deja con la boca abierta por la técnica y la ejecución.  Para Fran del Hoyo, pintor y restaurador que ha trabajado en La Cartuja, «es una joya». Por eso, cuando quiso crear un cuadro aludiendo al monasterio pensó de inmediato en retratar al santo con la sobriedad que define a los cartujos. 

«La Cartuja fue mi casa cuando el padre José María era el procurador. Él fue el encargado de abrirme las puertas al descubrimiento, no solo al trabajo y a la trastienda de los cartujos, sino a sus tesoros de vida y oración. Y el cuadro está muy ligado a un momento en el que el padre se encontraba en el hospital», rememora Del Hoyo.

Pintado sobre tabla, es un dibujo del santo que esculpió Pereira que después ha coloreado: «Quería transmitir la sobriedad de La Cartuja y no hay nada más sobrio que el dibujo. Luego está pintado con los tonos habituales de mi paleta, que son los amarillos y los colores tierra», cuenta el artista.

La obra formó parte de una exposición sobre los cartujos que se celebró en el monasterio de San Juan en 2016 y que impulsada por los Incondicionales de San Bruno. Finalizada la muestra, la guardó en casa hasta que hace poco decidió que si lo pintó por el padre José María, debía ser él quien lo tuviera. 

La comunidad no solo ha aceptado la donación, sino que ha decidido compartirla con los visitantes coincidiendo con la festividad de san Bruno, que se celebra este viernes. El cuadro ya está colgado en el muro derecho de entrada a la iglesia y allí permanecerá hasta el lunes. Después, la tabla formará parte de la colección que se exhibe en el museo. «Estoy encantado, claro. No era esa mi pretensión porque se trata de algo sentimental. Pero si queda expuesto, me siento honrado, por supuesto», añade.

Con ese regalo de Fran del Hoyo y La Cartuja para los fieles y los turistas han conseguido sacar una sonrisa al santo, que ya andaba feliz por las cifras de visitantes que está consiguiendo este año.

Hasta finales de septiembre han pasado por el monasterio 56.248 personas, cerca de 6.000 más que en las mismas fechas de 2022. Lo curioso es que el incremento se ha notado sobre todo en primavera, ya que la diferencia al alza durante el estío es de apenas 600 visitas. Desde el departamento de atención al visitante lo achacan a las suaves temperaturas de esos primeros meses, una horquilla que cada vez se hace más amplia.

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