Primero fue el centro histórico, después Río Vena, más tarde le llegó el turno a San Cristóbal y la siguiente zona de la ciudad que se regenerará gracias a un Área de Recuperación y Renovación Urbana (lo que popularmente se conoce como un ARU) será el entorno de Parralillos. Para ser exactos, una degradada urbanización que se levantó a finales de los años 50 y principios de los 60 para acoger a trabajadores de la ya extinta fábrica de Cellophane y en la que está previsto ejecutar una inversión que rondará entre los 6,5 y 7 millones de euros. De esas cantidad, 500.000 euros los aportarán los vecinos y el resto, como es habitual en este tipo de planes, los asumirán entre el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y el Gobierno de España.
El equipo de Gobierno del Consistorio capitalino se ha decantado por esta zona del entorno de la Universidad y ya se han mantenido las primeras reuniones entre técnicos municipales y vecinos para dar los primeros pasos antes de que este mes de septiembre se envíe a la Junta de Castilla y León la documentación para que dé su conformidad al ARU (ahora rebautizado como ARR). Se espera que pueda dar una respuesta en sentido afirmativo antes de que concluya este mismo año.
Será a partir de entonces cuando se encargarán los proyectos y las obras, que el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, confía en que puedan arrancar a finales de 2024, contemplan la rehabilitación de 64 viviendas (repartidas entre un gran edificio con tres portales y otros dos bloques más). A ello se sumará la urbanización de todo el entorno, que dejará de estar perimetrado, la demolición de las viejas cocheras de fibrocemento donde los vecinos aparcan sus vehículos y la apertura de una nueva calle que conectará las calles Las Infantas y Bernardino Obregón (en las inmediaciones de Las Huelgas). Un nuevo vial que conllevará el derribo de un frontón al aire libre que hay junto a las instalaciones de La Parrala.
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