Diario de Burgos

Cirugía Vascular gana calidad con el nuevo quirófano híbrido

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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Las imágenes que proporciona el renovado equipo del HUBU son más precisas, lo cual aporta seguridad a la intervención

Foto de archivo de un quirófano del HUBU. - Foto: Valdivielso

Hace una semana que Cirugía Vascular estrenó el nuevo quirófano híbrido del HUBU, una instalación cuya característica principal es que permite realizar en una misma intervención una cirugía convencional y una técnica endovascular avanzada. El hospital de Burgos fue el tercero de España en introducir este equipamiento, que este verano se ha renovado por completo para que el servicio especializado en la patología de venas, arterias, vasos sanguíneos y linfáticos pueda ganar en calidad y rapidez de las intervenciones, así como en seguridad para los pacientes.

La instalación de este equipamiento avanzado (el último modelo de la marca Phillips, Azurion Flexarm) ha requerido de varios meses de obras en el quirófano de los cirujanos vasculares, quienes esperan poder llegar a operar a un paciente más al día gracias a las ventajas que ofrece la nueva tecnología. Se trata de un sistema que incorpora el material habitual de un quirófano para vascular y, a la vez, un arco con forma de letra C que se puede mover y colocar en el lugar en el que los profesionales desean para la intervención o, también, retirarlo y dejarlo aparcado en un lugar en el que no moleste. Todos los movimientos se controlan ahora desde el interior de la sala, mientras que antes había que salir a la zona de control para activar algunas opciones. 

Todo esto, que puede parecer superfluo, da más comodidad y movilidad a los profesionales durante la intervención; algo que se suma al avance puramente tecnológico, que es la mayor precisión en la calidad de las imágenes y, por tanto, más seguridad en el diagnóstico durante la intervención y también en el tratamiento que se le aplica. A esta mayor resolución se suma que el nuevo quirófano híbrido incluye un ecógrafo intravascular, lo cual permite hacer ecografías dentro de las arterias en las que se está actuando y comprobar, por ejemplo, si quedan lesiones y, si es el caso, tomar medidas. «Este nuevo quirófano híbrido mejora la calidad y la forma de trabajar, lo cual aporta seguridad al paciente», afirman fuentes oficiales del hospital, que en estas primeras semanas de uso cuenta con apoyo de la casa comercial.

Otra de las grandes ventajas del equipamiento recién instalado es que también permite «integrar» pruebas de imagen que se ha hecho el paciente con anterioridad, como por ejemplo el TAC (un escáner), y usarlo como «guía» durante la intervención, ya que el arco puede moverse. Esta opción no solo redunda en mayor seguridad para el procedimiento en sí mismo, sino que también disminuye la radiación -inevitable en todas las pruebas de diagnóstico mediante imagen- que recibe tanto el paciente como el personal que está en el quirófano en ese momento.

Este aumento de las prestaciones del equipo hace presuponer que se podrá programar más actividad que ahora, entendiendo que no es una ciencia exacta y que hay patología que requiere de una intervención que lleva toda la mañana y otras más sencillas de resolver que sí facilitan que la lista de espera corra más rápido. Según los últimos datos oficiales disponibles, fechados a 30 de junio, Cirugía Vascular tenía 200 intervenciones pendientes.