Las colas regresan al Servicio de Atención Ciudadana (SAC) de Miranda. Esta oficina municipal sufre falta de personal desde hace años. Hay momentos puntuales en los que la cobertura de las plazas mejora «y en esas épocas se da cita incluso con uno o dos días», recuerdan fuentes sindicales, que remarcan que ahora vuelven las necesidades y se ha juntado con un pico en la demanda de trámites. Como consecuencia, la reserva previa se da casi con un mes de retraso, porque quienes llamaban ayer para solicitar hora tenían la primera disponible el 19 de abril. Eso hace que muchos vecinos lleguen a los bajos del Ayuntamiento para resolver trámites sin contar con un tiempo asignado de antemano, pero acuden porque no pueden esperar tanto tiempo para conseguir por ejemplo el empadronamiento.
El servicio dispone de tres personas y de ellas, la concejala del PP Charo Fernández indica que «de cara al público solo hay dos atendiendo, lo que genera una gran presión en el servicio porque se dan situaciones muy incómodas». La edil de la oposición recuerda además que no solo deben cumplir con las demandas que llaman a la puerta del SAC, sino que también cogen el teléfono y cubren necesidades a través de la sede electrónica, lo que complica todavía más la labor.
Fernández remarca que aun así «las trabajadoras cumplen con sus funciones y de hecho tratan de ayudar a todas las personas, sin importar que tengan cita o no». La concejala de la oposición indica que los vecinos que llegan sin hora sí que tienen que esperar para solventar, «pero al final se les atiende y eso es por el esfuerzo del personal», remarca la representante del Partido Popular.
Entre los sindicatos añaden que la oficina del centro cívico Raimundo Porres sigue cerrada, aunque esperan que la situación mejore a corto plazo, ya que en abril podrá reforzarse la plantilla y por eso cuentan con que la demora para la cita previa se reduzca. En este sentido, indican que desde el 1 de abril bajas y otras carencias de personal podrán cubrirse a través de la bolsa de empleo que acaba de crearse para las administrativas, una posibilidad que hasta hace poco tiempo no estaba disponible en el Ayuntamiento.
Aun así, en el PP critican la realidad actual y demandan previsión, para que los ciudadanos no sufran la falta de personal, «pero es que además hay que tener en cuenta cómo trabajan los empleados municipales, que tienen que afrontar situaciones de tensión que son innecesarias», remarca Fernández.
Resignación. De puertas para adentro hay tensión entre los empleados, pero fuera también hay muchos nervios, porque en la mayoría de los casos se acude con urgencia. «Hay gente que está esperando aquí desde hace horas», reconocía una persona de la docena que estaban a media mañana en la cola. Ninguna de ellas contaba con cita previa, por lo que no tenían otra alternativa y esperaban, ya que «nos dan con un mes y venimos a ver si tenemos suerte y podemos solucionarlo», explicaba Luci. En su caso, debía solventar el empadronamiento «y llevo más de un mes con trámites y espero solucionarlo hoy», deseaba.
«Me parece ridículo que para un trámite como el padrón haya que esperar un mes», opinaba Matheus, quien lo necesitaba para renovar los papeles. Claudia también necesitaba ese justificante de residencia, pero aunque lo intentó a través de la sede electrónica «no pude, porque necesito unas claves, que también me tienen que dar aquí y para lo que también tengo que esperar la cola», se quejaba.
Bárbara también estaba en la fila, «porque tenemos cita para el 5 de abril, pero necesitamos inscribir al recién nacido antes y no podemos esperar», reconocía, al tiempo que explicaba que necesitaba ese documento para avanzar en trámites «en la Seguridad Social y el permiso de maternidad».