El Recoletas Burgos Caja Rural (Aparejadores) sufrió dos contratiempos en los cuartos de final de la División de Honor celebrados el pasado domingo. Johan Wagenaar se cayó de la convocatoria a última hora por una indisposición y Rubén Sanz notó un pinchazo en los abductores que le obligaron a parar cuando apenas se alcanzaba el minuto 13 del duelo. El equipo burgalés, afortunadamente, no les echó de menos y superó con comodidad al Les Abelles valenciano (53-7) para asegurar el pase a las semifinales. Además, ambos llegarán en óptimas condiciones a la final de la Copa del Rey, que tendrá lugar el sábado 4 de mayo en el Estadio Ciutat de Valencia, donde espera el actual campeón, el VRAC Quesos Entrepinares pucelano.

El jugador sudafricano, uno de los más veteranos en el vestuario, iba a ser titular en el importante partido del fin de semana pasado, sin embargo ni siquiera pudo acudir para animar a sus compañeros desde la banda por unos problemas estomacales que no le están impidiendo entrenar esta semana y, por lo tanto, no le privarán tampoco de viajar a Valencia el viernes 3 para disputar la final de la Copa del Rey al día siguiente. De esta manera, se espanta toda preocupación posible respecto a su salud, pues su última ausencia nada tuvo que ver con los problemas en el gemelo que le habían obligado a borrarse de varios de los partidos anteriores.

Rubén Sanz, por su parte, también estará disponible para medirse al VRAC a pesar de haber pedido el cambio en el último partido, eso sí, más por precaución que por lesión. De esta manera, el exjugador de la UE Santboiana no está entrenando durante esta semana junto al resto de sus compañeros con tal de no forzar esas molestias que sufrió en el abductor. De momento, se está ejercitando en solitario con el fin de estar al cien por cien a partir del lunes, momento en el que arrancará una semana que se cerrará con la primera final de la temporada.