Diario de Burgos
David del Cura

Entre pitos y flautas

David del Cura


Esto va de democracia

30/06/2024

¿En qué momento de nuestra historia de democracia madura se interpreta que el diálogo para alcanzar un acuerdo es una cesión intolerable? (…....)rellene la línea de puntos. Por supuesto que La vida es pacto que rezaba un libro de Somoano, pero es que la política no tiene sentido, o es otra cosa, sin esa búsqueda permanente del pacto. De los ciudadanos con sus representantes, y viceversa, con la sociedad civil en sus múltiples manifestaciones, con los agentes sociales y, por supuesto, entre partidos que son, lo dice la Constitución, los que canalizan esto de la democracia. Luego ya podemos descender al tipo de pactos, que todos tienen un interés particular, ya sea gobernar o sacar adelante tal o cual norma pero pueden contentar a varios, que es de lo que va también esto de la democracia. 

El caso que nos ocupa, la renovación del CGPJ, ha tenido el dudoso honor de estar un lustro caducado y de convertirse en el paradigma de la devaluación institucional y su uso por parte del poder político para hacer politiquería gallinácea en el trasero de un poder tan esencial como los otros dos. Ya sabemos que somos unos pero de poderes trinos, de eso también va la democracia. En esto se han quitado todos las caretas, lo que corresponde a Congreso y Senado ha sido fagocitado por gobierno y partido de la oposición que al final son los que mandan, cada día más, en los que suman las mayorías en las cámaras. La renovación ha sido utilizada para tratar de bloquear al gobierno, este lo ha utilizado para bloquear los nombramientos del judicial y finalmente, me ahorro episodios bochornosos hablados y escritos en mensajes de móvil, se ha llegado a un acuerdo de renovación que solo tendría que escocer a los que los usos democráticos y esto que llamamos el sistema les hacen llagas. Tampoco hace falta titular a toda tinta eso de la 'despolitización de la justicia', que esto ha sido un ejemplo de politización en toda su amplitud. 

¿Qué ha pasado para lleguemos a celebrar la normalidad como un acontecimiento? Esa es la pregunta incómoda y la que necesita repasar los últimos años de nuestra historia, esos años de perro que recoge Marta García Aller en su último libro y que nos demuestra entre crisis de todo tipo lo rápido que va todo, lo fácil que es demoler y lo improductivo de que algunos celebren que ahora sea un solar lo que antes era cobijo. No quiero dar mucho más el tostón con los peligros paralizantes y destructores de la polarización porque un par de domingos he dado la monserga con eso, pero propongo como ejercicio que miremos nuestras redes y mensajes intercambiados por colegas para ver si esto tiene algún tipo de celebración o comentario cercano al bien común o seguimos como antes del acuerdo. 

Puestos a reflexionar. Ha dado la casualidad de que ha coincidido en el tiempo con el gran pacto europeo de reparto de 'puestazos' en el que conservadores, socialdemócratas y liberales se han apañado para colocar a los suyos. Y salvo los extremos del parlamento europeo ¿alguien ha puesto el grito en el cielo? Alguien ha voceado ¡aquí se fuma! … insisto, solo los que están alejados del centro y sus anchos alrededores. La fiesta de la democracia no se acaba sino que se enriquece por la vía del diálogo. Y de paso Mark Rutte próximo secretario general de la OTAN. Porque hay quien quiere que se apaguen las luces y se acabe la música por la vía del bombazo o del caballo de Troya. Ya lo he dejado por aquí escrito, lo de la defensa y la seguridad, interior y exterior, de este nuestro continente va a obligar a hacer pedagogía sobre los bienes superiores que mantener pese a todo y algunos, aunque duela y cueste.