El silencio ancestral del monasterio de San Juan desapareció durante la mañana de este miércoles para dar paso a un torbellino de color y sonido. El claustro centenario se llenó de vida y alegría, mientras los alegres vestidos y los bailes enérgicos del grupo Otrora llenaban de luz cada rincón. Los cuerpos de los bailarines se movían al compás de la memoria colectiva, en honor a los campesinos quechuas que crearon estos rituales años atrás. Cada zapateo era una afirmación de dignidad y belleza que conquistó los corazones de los burgaleses que se acercaron al claustro para ampliar sus conocimientos sobre tradiciones latinas. 

El taller 'Baila con nosotros', llevado a cabo por el grupo colombiano 'Otrora', deslumbró en el complejo arquitectónico ubicado en la plaza de San Juan y reunió allí, desde el mediodía, a niños y mayores. Durante el despliegue, los bailarines ataviados con trajes coloridos y flores en honor a los campesinos que siglos atrás habían poblado los Andes orientales, desplegaron su gracia mediante coreografías populares, logrando trazar líneas de historia en el aire. Los brazos de los asistentes se entrelazaron con los de los danzantes mientras las caderas se balanceaban al son de una orquesta repleta de flautas, tiples y bombarinos, instrumentos locales.  

Es ya el segundo año consecutivo que la agrupación, fundada en 1982 en Tunja (Boyacá, Colombia), acude al festival que acoge nuestra ciudad. El nombre de la banda, 'Otrora', que viene a significar 'en un tiempo anterior' o 'en un tiempo pasado' dice mucho de los principios de la misma, dado que la agrupación fue fundada como un centro de investigación folclórica con el objetivo de divulgar sobre la tradición colombiana. «Es un sueño hecho realidad llevar por el mundo nuestro folclore, nuestra cultura y lo que bailaban nuestros ancestros», expresó Graciela Sanabria, directora de la agrupación.  Para ellos, el festival de folclore se convierte en un faro de esperanza y entendimiento para celebrar la riqueza de cada cultura y reafirmar la cara más bella de cada tradición.  «Nuestra cultura no es sólo dolor, droga o sangre como la gente piensa, también tenemos cultura, belleza y folclore y con ello queremos mostrar la cara linda de Colombia», explicó Graciela Sanabria.

Actualmente la agrupación se encuentra en su vigésima gira por Europa y espera que la acogida sea igual de grata durante muchos años más.

La actividad se enmarca dentro de la 45º edición del Festival Internacional de Folclore que está acogiendo nuestra ciudad del 11 al 15 de julio. Un año más, los burgaleses están pudiendo presenciar un encuentro mágico donde la diversidad y belleza cultural se entrelazan en una danza que trasciende de fronteras y opiniones. Por su parte, el público burgalés sigue aprovechando la oportunidad para disfrutar de los espectáculos. «El Ayuntamiento hace muy bien trayendo estas agrupaciones. A nivel de colorido, instrumentos y baile la ciudad se enriquece mucho», comentó una de las asistentes al taller de música colombiana.

El festival tiene aún muchas actividades matutinas por presentar esta semana, además de las actuaciones nocturnas. Esta noche, a las 21 horas en la Plaza de San Juan, el público podrá disfrutar de una nueva cita mágica donde la música se convierte en un puente que les llevará a lugares lejanos y les sumergirá en la riqueza de las costumbres de Taiwan, Colombia y Georgia, además de las tradicionales danzas burgalesas de mano de Danzas Castellanas Diego Porcelos y del grupo Los Zagales.