Diario de Burgos

Briviesca confía en Tinte Rosa para embellecer el centro

S.F.L. / Briviesca
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El mirandés Esteban Espinosa ha dejado su huella en dos paredes contiguas al albergue de peregrinos y el equipo de gobierno aspira a que recupere otros muros y fachadas desoladas con originales diseños

Esteban Espinosa, conocido como Tinte Rosa, ha recorrido junto al alcalde, José Solas, varias zonas que urgen una nueva imagen. - Foto: Ángela Ruiz

El arte callejero ha llegado a Briviesca de la mano de Tinte Rosa como la herramienta perfecta para luchar contra la melancolía que provocan las paredes desnudas y recuperar los muros que protegen algunos solares vacíos y ciertos elementos arquitectónicos degradados. Con un mural en dos paredes adyacentes al nuevo albergue de peregrinos en el que se puede leer en letras rojas Buen camino, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un proyecto que contempla embellecer las calles más céntricas a base de color. 

Desde la Prehistoria, las paredes han sido el lienzo perfecto para que los artistas de la época plasmasen sus obras. Y a través de ellas, pero en pleno siglo XXI, pretenden que los rincones más descuidados de la capital burebana muestren un encanto especial. Con la intención de cambiar la percepción del entorno y dar un lavado importante de cara a un centro histórico declarado Bien de Interés Cultural, el equipo de gobierno apuesta por las dotes artísticas de Esteban Espinosa, reconocido internacionalmente por sus trabajos. Este mismo año ha conseguido que su obra Amamanto (Miranda) sea reconocida por la plataforma Street Art Cities como la cuarta mejor del mundo.

El alcalde del municipio, José Solas, le ha propuesto personalmente conocer las áreas que requieren de una mano de imaginación y ayer, después de que finalizara el diseño, ambos recorrieron el centro en busca de espacios apropiados para plasmar su huella más personal. «El hecho de que el casco histórico sea BIC nos limita a la hora de ejecutar ciertas actuaciones y todas deben contar con el permiso de Patrimonio», recuerda el regidor. No obstante, asegura que hará «todo lo que esté en su mano» para devolver la alegría a ciertas calles. 

Crear una «especie de ruta de murales» a la vez que decorar el casco urbano se ha convertido en uno de los principales objetivos del gobierno local, que no dudará en invertir con el fin de lograrlo. «Las obras artísticas no solo ampliarán el patrimonio, sino que se convertirán en un atractivo más», manifiesta la concejala Ángela Ruiz. Consciente de que en otras localidades la idea ha surgido efecto, se implicará al cien por cien para que el proyecto salga adelante. 

Además de contar con la colaboración especial de Tinte Rosa, descendiente de Briviesca, la ciudad alberga otros artistas callejeros que también estarían dispuestos a agitar los botes de espray y apretar las boquillas que llevan incorporadas. A partir de ahí, la creatividad y el ingenio tomarán el protagonismo que merecen. Ana Belén Alonso ya hizo sus 'pinitos' en una pared cedida por el propietario de un inmueble situado en la entrada de la ciudad, junto al cuartel de la Guardia Civil, y renovó la imagen de la avenida Ventorro tras una segunda intervención. El grafiti que predomina el frontón de la pedanía de Cameno también salió de sus manos. 

Próxima apertura. El mural que aviva el edificio transformado en albergue de peregrinos -antigua casa de los maestros- ya luce su máximo esplendor. No obstante, las puertas del local todavía permanecen cerradas a los viajeros que eligen  el trazado de la Vía Bayona del Camino de Santiago. Tras el contrato de cesión del inmueble entre el Consistorio y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Briviesca Bureba firmado en diciembre, han surgido «algunos imprevistos» que han retrasado la puesta en marcha, prevista a lo largo del mes de mayo.