Costó mucho regular la siempre espinosa convivencia de las terrazas de hostelería con el uso y disfrute de las calles y plazas de la ciudad, especialmente tras una pandemia en la que cambiaron los hábitos de los ciudadanos y se produjo una enorme expansión de este tipo de negocios. Tras infinidad de reuniones con diferentes colectivos y borradores, el Pleno del Ayuntamiento del 21 de abril de este año aprobó la nueva regulación con los votos del PSOE, Ciudadanos y Podemos y la abstención del PP y Vox.

Con su publicación en el Boletín Oficial del Provincia (BOP) el 12 de mayo entraba en vigor pero en su disposición transitoria segunda daba un plazo de seis meses a los negocios para solicitar una nueva licencia conforme a la citada regulación, un plazo que culmina el día 12. Sin embargo, según la Federación de Empresarios de Hostelería, solo han realizado este trámite un 40% de las 734 terrazas que figuran en el padrón de 2023. De este modo, alrededor de 400 estarían incurriendo en una ilegalidad al no haber cumplido con este trámite y, con la norma en la mano, el Ayuntamiento podía decidir su cierre. «Es lo que marca la normativa hoy por hoy. Por ello, pedimos a los hosteleros que cumplan. La actuales licencias vencen el 12 y el que no haya pedido la nueva pierde el derecho a tener terraza mientras no se apruebe la modificación», aseguró el concejal de Licencias, Ignacio Peña.

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