Diario de Burgos

Los grados del metal suman multitud de vacantes

A.B.-Ó.C. / Burgos
-

Las empresas de Miranda afrontan una «enorme necesidad de personal» y se ven obligadas a contratar a profesionales de fuera, mientras que las titulaciones medias y superiores apenas captan estudiantes

En Mafelca se ven obligados a buscar trabajadores fuera de Miranda. - Foto: A.B.

Los títulos de formación básica, grado medio y superior que imparte el instituto Fray Pedro de Urbina, todos relacionados con el sector del metal, están muy lejos de llenar  sus plazas. Por ejemplo, Soldadura solo suma 16 matriculaciones entre sus dos niveles de cara al curso que está a punto de comenzar, cuando dispone de hasta 25 huecos. La diferencia resulta todavía más acusada en los estudios de Construcciones Metálicas, donde apenas hay cuatro estudiantes en segundo y la continuidad del grado se ha convertido en imposible. Esta baja demanda de los alumnos contrasta con la elevada oferta laboral que genera un ámbito típico en la economía mirandesa.

El gerente de Miranda Metalic Construction (MMC), EduardoAraguzo, explica que «la realidad es que existe una enorme necesidad de personal». Aunque reconoce que buena parte de los contratos en su empresa se firman con alumnos de los centros mirandeses,  cree que deben implementarse nuevas «estrategias de captación» de estudiantes por parte de los institutos  porque «parece mentira que en titulaciones que tienen el 100% de empleabilidad, no haya nadie que las quiera hacer».

Esta perspectiva la comparte Diego Lahoya, el director de Mafelca, otra de las firmas mirandesas del mundo del metal. Según comenta, cada año pretenden «coger a gente, pero primero tiene que haber quien se matricule y luego deben tener ganas de seguir formándose». Precisamente, recalca que «la formación es solo el primer paso para el acceso a la empresa».

Por eso Lahoya destaca que «si alguien tiene actitud, no tiene que preocuparse» porque en las empresas le van a «enseñar a trabajar». En MMC también aplican esa filosofía, ya que Araguzo considera que «con lo que aprenden los estudiantes en el grado» y lo que, más tarde, conocen en los talleres, se convierten «en buenos profesionales y jamás les va a faltar trabajo».

No obstante, por lo visto el mensaje aún no ha calado entre los jóvenes y las matriculaciones en estos estudios siguen cayendo. Esa cuestión provoca «un drama para las empresas», según describe Araguzo, dado que se ven obligadas a «coger gente de fuera». Sin ir más lejos, Mafelca acaba de traer «a un chico de Perú», con la complicación que supone, ya que les ha costado hasta «cinco meses hacerlo».

Lahoya cuenta que «hace diez años no había problema porque la gente entendía el montaje y calderería como una actividad dentro de Miranda, pero al perderse las grandes empresas no ve esa salida dentro de la ciudad», sino que «lo ve en logística, aeronáutica o mecanizado». Eso sí, Araguzo añade que en el municipio todavía «hay muchas empresas del sector» y aunque estaba «relacionado con el desarrollo industrial de la zona, que ha cambiado, se ha ido produciendo para otros lugares».