Diario de Burgos

Licencias perseguirá el fraude en el impuesto de obras

J.M. / Burgos
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El Ayuntamiento de Burgos detecta la presentación de presupuestos muy inferiores al coste real de las construcciones para rebajar la base imponible del tributo y pagar menos

La gran mayoría de las empresas y particulares cumple con el abono del impuesto que le corresponde. - Foto: Jesús J. Matías

La falta de medios humanos y el incremento de la carga de trabajo experimentado en los últimos años en la Concejalía de Licencias, como fue la asunción de la tramitación de las terrazas o de las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITE), ha provocado que este servicio municipal se haya visto incapaz de aplicar con el celo debido la disciplina ante algunas conductas fraudulentas. De esta situación, ya advertida por informes de los dos últimos jefes de Licencias, son conscientes en el Gobierno de coalición del PP y Vox, que se ha marcado el objetivo de perseguir el fraude en el pago del Impuesto sobre Construcciones y Obras (ICIO).

En el Ejecutivo municipal, y de manera particular en el Servicio de Licencias, son conocedores de la existencia de una práctica, si bien no habitual, pero tampoco es excepcional, que consiste en presentar ante el Ayuntamiento un presupuesto de ejecución de una construcción muy inferior al del coste real y efectivo de la obra. De este modo, consiguen rebajar el importe de la base imponible y, con ello, pagar menos por el impuesto.

«En algún caso se ha presentado un presupuesto para la construcción de un bloque de viviendas en el que cada piso sale a 30.000 euros», comentan las fuentes municipales consultadas a modo de ejemplo para dar cuenta de hasta dónde puede llegar un fraude que, tras años de pasividad, se ha convertido en poco menos que un acto de picaresca. Con lo que implica ese término como eufemismo de lo que en realidad es un engaño.

Ya no solo se trata de que todos los contribuyentes sean tratados de la misma manera por la administración y de acabar con que el infractor se salga con la suya por la pasividad en el régimen disciplinario. Una situación que puede incluso alimentar una competencia desleal entre buenos pagadores e incumplidores. 

Lo que sucede, además, es que este problema tiene también dañinas consecuencias económicas para el Ayuntamiento, ya que el fraude afecta directamente a la recaudación. Es decir, a los ingresos que obtiene el Consistorio y a su capacidad para ejecutar inversiones, para prestar mejores servicios...

La solución pasa por revisar con rigor y tiempo los presupuestos que se presentan por las construcciones. Por dotar de personal al servicio y entender que disponer de medios humanos en el servicio puede ser una inversión y no verlo como un gasto. Más allá de la obligación que ya tiene el Ayuntamiento de hacer cumplir las ordenanzas. Aunque aparentemente es sencillo, lo complicado es romper con la dinámica de los últimos años.

Cabe recordar que el pago de este impuesto es obligatorio para cualquier obra que precise de licencia, pero también para reformas de menor entidad. El Ayuntamiento, por su parte, contempla bonificaciones cuando concurran «razones de interés especial o de utilidad pública municipal», para lo que es necesario, más allá de un informe técnico favorable, la aprobación por parte del Pleno.

Cabe recordar que el ICIO es una importe fuente de ingresos para el Ayuntamiento ya que en los últimos ejercicios los ingresos por esta vía rondan los cuatro millones de euros.

Coordinación. Más allá del trabajo inicial que se pueda realizar desde la Concejalía de Licencias, se antoja también necesaria una óptima coordinación con el Órgano de Gestión de Tributos. Cabe recordar que hace solo unos meses se supo de una resolución del Tribunal Económico Administrativo Municipal (TEAm) que dio la razón a la empresa Kronospan ante una reclamación del Ayuntamiento para que abonara cerca de dos millones de euros del ICIO que no puedo llegar a ingresar. 

Se supo que la multinacional había facilitado toda la información sobre el presupuesto de sus obras de ampliación (no ocultó nada) y que el Ayuntamiento giró un recibo para, años después, rectificarse a sí mismo con otro de un importe más elevado. Era ya demasiado tarde ya que la Ley, tal y como reflejó de manera nítida el TEAm, no permite realizar liquidaciones complementarias en perjuicio del sujeto pasivo.  Es solo un ejemplo de una mala gestión. Seguramente no el único.

¿Qué es el ICIO?

El ICIO o Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras es un impuesto indirecto, que grava cualquier construcción, instalación u obra que exija la obtención de licencia de obras o urbanística. También en caso de que se exija la presentación de declaración responsable o comunicación previa.

¿Cuándo se paga?

El ICIO se devenga cuando se inicia la obra.

¿Cuánto se paga?

La base imponible es el coste real y efectivo de la construcción.

El tipo de gravamen es el 3,30% de la base imponible.

Exenciones

No pagan el impuesto:

> Proyectos de urbanización.

> Otras administraciones.

> La iglesia (hasta hace un mes).

Bonificaciones

> Razones de interés especial o utilidad pública municipal (Las aprueba el Pleno).

> Razones sociales (bonif. 30-90%)

> Razones culturales (bonif. 10-75%)

> Fomento del empleo (bonif. 10-95%)

> Potestativas (90%)

Recaudación en Burgos

Año 2022: 3.732.019 euros

Año 2023 (previsión): 4.000.000 euros

FUENTE: Elaboración propia.