Diario de Burgos

San Esteban mágico

ALMUDENA SANZ / Burgos
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La música andalusí, sefardí, gallega y castellana de Sulfato de Fol suma una tarde más de placer en el escenario de la escalinata del CAB, convertido en destino imperdible para muchos

La escalinata del CAB se llenó para disfrutar de un concierto íntimo y expansivo de Sulfato de Fol. No dejó de llegar gente. - Foto: Valdivielso

Una pegatina en la calle presumía de que Los barrios los defiende la juventud rebelde. También quien los insufla vida. Y oxígeno del bueno recibe cada San Pedro el de San Esteban. Cada tarde, cuando empieza a caer el sol, se avecine una noche de verano o el fresco burgalés obligue a desdoblar la chaqueta, la magia se hace en la escalinata del CAB. Un escenario ya imperdible para muchos burgaleses. Ni importa el cartel ni la edad. Niños que se sientan en primera fila, mayores que ya se las saben todas y madrugan para coger el mejor escalón y despistados que se tienen que conformar con atisbar algo en puntillas. Una estampa a reventar volvió a presentar ayer. Sulfato de Fol embarcó al público en un viaje por la herencia musical dejada por culturas de aquí y de allá. De la sefardí a la andalusí, de la gallega a la tradicional castellana. Otra tarde para disfrutar a placer. 

Quedaban unos minutos para el inicio, y ya ningún hueco en el pétreo patio de butacas, y Julio de San Esteban, uno de los músicos del grupo, del barrio de toda la vida, se emocionaba. «Es un sitio especial. La gente lo llena. La configuración es idónea. Se ve bien, todos nos encontramos muy a gusto... Es muy bueno que se recuperen las calles. El barrio se merece que le den vida», anotaba mientras sus compañeros Juanjo Villalaín (flautas) y Miguel Ángel Azofra (guitarras) preparaban los instrumentos, un abanico rico y variado. Faltaba Mariña Regidor, voz habitual del cuarteto. La echaron de menos, pero suplieron su ausencia con grandes amigos como Cristina Muiño (voz), Mario Mayoral (percusión) y Diego Galaz, que se coló en la fiesta. 

Entre chispazos sentidos y exaltación de la amistad, dentro y fuera de la tarima, se perfiló otra noche mágica en San Esteban. Sulfato de Fol se trasladó hasta Grecia y Turquía en busca de los modos y ritmos que se escuchaban en los siglos XVIII y XIX cantados en judeo-español, se perdió por las tierras gallegas en busca de las letras populares de Rosalía de Castro y Castelao, acompañó al folclorista Agapito Marazuela y a los dulzaineros de Ávila, Segovia y Valladolid para perfilar La Entradilla, brujulearon por los caminos andalusíes tras los pasos de García Lorca y su labor con la tradición hablada... 

Estas notas mecieron al público ayer. The Soulutions (hoy), Soulift (mañana), Four Fiesta (viernes) y La Troupe del Swing (sábado) harán que las emociones sigan bailando en el barrio.