Diario de Burgos

La campaña más ambiciosa en Hortigüela

B.A. / Burgos
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Expertos de la Universidad de Valladolid trabajan durante todo este mes, centrados en tres yacimientos claves para estudiar la llegada del homo sapiens y de los primeros agricultores y ganaderos

El equipo de arqueólogos exploró el año pasado en Cueva La Ermita, donde se descubrió una nueva sala. - Foto: f2estudio

Las cuevas y abrigos rocosos del entorno de Hortigüela atesoran información muy interesante sobre una época concreta de la historia, la del tránsito del Paleolítico Medio al Superior. El equipo de la Universidad de Valladolid liderado por el investigador Policarpo Sánchez, que desde hace unos años excava estos yacimientos, alberga grandes expectativas; por eso la campaña que ha arrancado esta semana se ha diseñado también como la más ambiciosa, compleja y extensa. Durará todo el mes, con tres frentes abiertos y dos investigadores principales, ya que a Policarpo se sumará Manuel Ángel Rojo Guerra, especialista en el Neolítico.

Uno de los lugares en los que trabajarán los investigadores es Cueva Millán, «el buque insignia del proyecto», según Sánchez. Allí han excavado ya otros veranos, en los que han encontrado cientos de piezas líticas, las del año pasado con una antigüedad de 53.000 años. Piensan que en su interior había un asentamiento de población, ya que hay evidencias de la realización de diversas labores domésticas. Cueva La Ermita, muy próxima al monasterio de San Pedro de Arlanza, es el segundo lugar objeto de la campaña. Sánchez excavó allí por primera vez el año pasado y quiere seguir buscando respuestas en su interior.

Ambos yacimientos «son de gran importancia» a nivel peninsular en el periodo del tránsito del Paleolítico Medio al Superior, pero sobre todo Cueva Millán, «un yacimiento único que está proporcionando una información que no tiene paralelos, al menos en la península ibérica». La época que se estudia en él es importante, ya que supone el final de los neardentales y la llegada del homo sapiens. «Es un momento único en el que estas dos poblaciones potencialmente pudieron coexistir, interactuar, y el resultado final es que los neandertales se extinguieron o fueron parcialmente asimilados por las nuevas poblaciones».

En el tercer emplazamiento, denominado Abrigo del Estellín y sito frente a Cueva Millán, ya trabajaron los veranos de 2017, 2018 y 2019. Gracias a esas intervenciones, en las que hicieron prospección geofísica, saben que su potencia estatigráfica es de 5 metros de espesor. «Los dos primeros metros responden a ese origen del Neolítico y suponemos que debajo tiene que haber ocupaciones antiguas, que nos pueden llevar al Mesolítico y Paleolítico Superior».

En este último caso el interés radica en esa transición del Mesolítico al Neolítico, «donde hay un reemplazo poblacional y cultural, aunque  no de especies», afirma Sánchez. El Mesolítico está asociado a ese momento de los últimos cazadores y recolectores, ya que empiezan a adentrarse por la península otras poblaciones que ya han desarrollado la cultura y la ganadería. Es la época, por tanto, de los últimos cazadores y de los primeros ganaderos y agricultores. «Es un momento muy especial del que no hay apenas información en la península y sabemos que está registrado en el Abrigo del Estillín.

Divulgación. Para Policarpo Sánchez y Manuel Ángel Rojo Guerra resulta fundamental difundir su trabajo, por eso, durante este mes, acercarán al público sus hallazgos a través de diferentes actividades y talleres. Comienzan este sábado, a las 12.30 horas, en la ermita de San Roque, con la charla Nosotros, los últimos neandertales, de Policarpo Sánchez. El 21 de julio, desde las 12 horas, se celebrará una jornada de puertas abiertas en el Abrigo del Estillín, y Rojo Guerra impartirá un taller de cerámica prehistórica. El 27 de julio la jornada de puertas abiertas será en Cueva Millán, desde las 19 horas, con explicación de Sánchez. Y el 28 de julio se trasladará a Cueva de La Ermita. Habrá una explicación de Sánchez, a las 12 horas, en la ermita de San Pelayo. El proyecto está financiado por la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Hortigüela.